Un salivazo muy caro

El gesto fue muy feo. Minuto 25 del partido que jugaban el PSV y el Fenerbahçe el pasado martes, correspondiente al grupo G de la Liga de Campeones. El juego estaba parado por la lesión de un jugador del equipo visitante. Mientras saltaban los médicos al césped, el delantero turco Semih Sentürk y el defensa ghanés del PSV, Eric Addo, intercambian unas palabras. Lo que se dijeron no ha trascendido, pero por su reacción no debió de ser una charla amistosa, porque el turco sacó el codo impactando en el cuello del ghanés. Éste le contestó escupiéndole a la cara.

Toda la acción pasó inadvertida para el árbitro del encuentro, el inglés Howard Webb, que estaba más pendiente de atender al jugador lesionado que de lo que ocurría casi en el otro extremo del campo. Pero las cámaras recogieron el momento y la UEFA no ha tardado en intervenir. Su sanción ha sido ejemplar: Addo no podrá jugar los próximos cuatro partidos de la Champions con su equipo. La UEFA ha sustentado su decisión con el argumento de que el zaguero del PSV cometió "un acto grave de conducta antideportiva".

Parece que el origen de la trifulca fue la tardanza de los holandeses en echar el balón fuera para que el jugador lesionado fuera atendido. Pero ni ese extremo ni el defendido por el PSV, el de que Sentürk, con su codazo, había provocado a su jugador, han servido para disminuir la sanción. Por lo tanto, Addo se perderá los tres últimos partidos de la fase de grupos de la Liga de Campeones y la ida de los octavos de final, si su equipo se clasifica para esa eliminatoria. Si no, no podrá jugar el próximo encuentro de competición europea de su equipo.

Addo, que tiene tres días para apelar la decisión, se disculpó ante el entrenador del PSV, Ronald Koeman, y el director general de la entidad, Jan Reker, que consideraron "inaceptable" el comportamiento de su jugador.