Un brillante juego de miedo, oscuro y tenebroso

Antes de Adán existió el Primogénito, un error del Padre que por su maldad y abominable apariencia fue desterrado del planeta. Pero ahora los sucesos extravagantes se multiplican en las ruinas de Al Khali en el Medio Oriente, donde las escrituras sitúan el Edén. Sólo hay un equipo que puede hacer frente a estos fenómenos, su nombre es Jericho. Cada uno de los siete soldados posee poderes extrasensoriales y combinados son infalibles. Aunque a lo que se enfrentan ahora es a la encarnación del mal: el Primogénito está a punto de renacer. Este título de acción en primera persona propone un viaje al pasado para arremeter contra los intentos de traspasar al presente criaturas del más allá, ante la llegada de su Señor.

Al comenzar se interpreta al capitán Devin Ross, pero en los primeros compases perderá la vida. Como tiene la capacidad de habitar psíquicamente el cuerpo de otros, el resto del juego se lo pasará saltando entre las conciencias de los miembros del escuadrón. El jugador podrá usar las armas y las aptitudes del componente que mejor encaje a la situación. Si es preciso mover objetos pesados, la elegida será Abigail Black, una excelente francotiradora capaz de usar su fuerza mental para desplazar cualquier cosa. El capitán (o su psique) tiene poderes curativos, por lo que cualquier personaje poseído ganará esta facultad.

El otro factor clave es el trabajo grupal, por lo que se pueden dar órdenes de avanzar o mantener la posición a los miembros. El diseño de los episodios obliga a hacer uso de todos y cada uno de los miembros y de los poderes, para disfrutar la diversidad de acciones disponibles.

La puesta en escena es oscura y tenebrosa. Escenarios cavernosos en los que abundan los restos de cadáveres en rincones húmedos apenas iluminados. Con la ayuda de linternas se cruzarán apestosas alcantarillas donde las moscas se ceban con los enemigos que se van dejando al paso. Especialmente remarcable es el trabajo con la iluminación.

Jericho es un título exigente. Requiere que se pongan todos los sentidos para resolver las distintas situaciones. La inteligencia artificial, tanto la de enemigos como la de compañeros, espeluznante.