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El PP subvencionó un poblado chabolista en una zona verde

El Ayuntamiento de Ourense legalizará las 30 viviendas

El Ayuntamiento de Ourense, cuando era gobernado por el PP, subvencionó la construcción de 30 viviendas, en buena parte simples chabolas, en una zona verde de la ciudad. Los populares concedieron subvenciones para fomentar la adquisición de estas parcelas y la construcción de alojamientos con el objetivo de propiciar el traslado de un asentamiento chabolista que existía en una transitada zona de Ourense. El alcalde, el socialista Francisco Rodríguez, ha anunciado que impedirá nuevas edificaciones y que regulará las actuales.

Durante años, un asentamiento chabolista saludaba, en la carretera de Mariñamansa, a los viandantes. El gobierno municipal optó por fomentar el traslado y, según manifestó ayer el alcalde orensano, "subvencionó la adquisición de terrenos y viviendas" en la parte trasera de la misma zona, en área calificada verde en el planeamiento urbanístico.

Las manifestaciones exigiendo la erradicación del poblado de Mariñamansa y reclamando viviendas nuevas y dignas para los chabolistas, presionaron al gobierno del PP que optó por trasladarlo a un nuevo enclave. Ahora, 30 edificaciones, entre viviendas unifamiliares y chabolas, vuelven a constituir un asentamiento ilegal.

Los vecinos de Rairo, colindantes con el nuevo poblado, han dado esta vez la voz de alarma. "Ante la falta de respuesta política", el pasado mes de marzo anunciaron su decisión de acudir a la vía judicial si el ayuntamiento no erradicaba el chabolismo. Denuncian, igual que antes los de Mariñamansa, las condiciones de higiene próximas a sus viviendas, pero, además, advierten que los pobladores se apropiaron de terreno público, mientras que ellos perdieron pasos de acceso a sus fincas. "La ley debe ser para todos igual", sostienen.

Por su parte, los pobladores, rumanos y portugueses dedicados fundamentalmente a la compraventa de chatarra, se sienten engañados. Se quejan de que el ayuntamiento les dio facilidades para construir el nuevo asentamiento "y después, cuando los vecinos protestaron, nos colocaron piedras enormes para que no pudiéramos hacer más viviendas". A los grandes pedruscos les llaman "el muro de la vergüenza".

El actual regidor orensano regularizará la situación. Ayer visitó la zona acompañado de la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, y aseguró que restablecerá la disciplina urbanística. De momento, impedirá que se lleven a cabo nuevos asentamientos. "Este es un problema de nefasta gestión urbanística del gobierno del PP", señaló la concejala. Soto está dispuesta a legalizar las viviendas existentes "en un periodo de cuatro años" y anunció ya que la población podrá acceder a viviendas de protección oficial.

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