_
_
_
_
_
Los efectos del temporal

Narbona afirma que la construcción excesiva concentra las inundaciones

Los devastadores efectos de las inundaciones que afectaron al norte de Alicante (1.200 casas inundadas y 1.500 coches dañados) han desatado una nueva polémica entre el Ejecutivo de Francisco Camps, del PP; y el Gobierno socialista de José Luis Zapatero, en este caso a costa del urbanismo depredador y salvaje.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se sumó ayer desde China, donde está de viaje oficial, a las críticas de expertos universitarios y técnicos que cuestionan el frenético desarrollo urbanístico experimentado en la Comunidad Valenciana en los últimos años. "Si las Administraciones responsables de la ordenación del territorio y de urbanismo siguen colmando el territorio, dificultan la absorción de la lluvia y la obligan a buscar los cauces fluviales", dijo Narbona.

Mientras, en Alicante, el vicepresidente económico del Consell, Gerardo Camps, del PP, desvinculó el urbanismo de los efectos de las pasadas lluvias. "El problema no ha sido eso, sino la gran cantidad de agua recogida y si los barrancos y cauces, responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Júcar, estaban debidamente limpios", señaló. El PP mantiene su defensa del urbanismo aplicado durante los últimos años -los populares ocupan el Gobierno autónomo desde 1995- y minimiza los efectos de la riada. En paralelo, intenta traspasar la responsabilidad al Gobierno, titular de las confederaciones. "No ha habido un problema especialmente de edificaciones en zona inundable", señaló ayer Gerardo Camps, que atribuyó "muchas" de esas viviendas en zonas de riesgo a "gobiernos predemocráticos".

Además de la construcción y sus consecuencias, la polémica surgió por las denuncias de los vecinos de gran acumulación de cañizo y vegetación en el cauce del río. La ministra, de viaje en China, echó mano de las cifras y aseguró que la media gastada en la anterior legislatura por parte del Gobierno central en limpieza y conservación de cauces en la Comunidad Valenciana fue de 450.000 euros anuales. "En esta, han sido 5,8 millones de euros anuales", concretó Narbona, que vinculó al desarrollo urbanístico el incremento de los efectos de las lluvias. "Estamos concentrando en grandes riadas lo que antes se esparcía por todo el territorio", apuntó.

Por su parte, el director general del Agua del ministerio, Jaime Palop, que acompaña en su viaje a Narbona, subrayó que el actual Gobierno es el primero que ha puesto en marcha un plan de limpieza y acondicionamiento de cauces, en el que invierte 22 millones de euros anuales en toda España. El comisario de Aguas de la confederación, Manuel Alcalde, rechazó de plano las acusaciones del PP y aseguró que "en los últimos tres años" el cauce del Girona se ha limpiado "las veces que ha sido necesario".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_