Los jueces quieren abordar sólo los casos graves por el "colapso" de la Audiencia
El presidente del órgano reclama "personal cualificado" que ayude a los magistrados en su tarea
Los 52 jueces de la Sección Penal de la Audiencia de Madrid (los que juzgan los delitos con penas más graves) se reunirán hoy para analizar qué hacen con la avalancha de asuntos que les atenaza. La reunión promete ser intensa. Jueces consultados aseguran estar desbordados, y denuncian que ya no dan abasto. Es tal el volumen de asuntos que tienen sobre sus mesas y en las estanterías, que algunos jueces van a plantear la posibilidad de dar prioridad a las causas más graves (básicamente, las que tienen presos) y cursar las otras "cuando buenamente se pueda", explicaron. "Llevamos años y años trabajando muy por encima de lo razonable, mañanas y tardes incluidas, pero ya no damos más de sí", señaló un juez. En la reunión de hoy estudiarán un informe que han elaborado un grupo de ellos relativo a la endémica sobrecarga de trabajo que les afecta.
En la Audiencia madrileña se celebran los juicios con jurado y se juzgan los crímenes más graves que suceden en la Comunidad de Madrid. Situada en la calle de Santiago de Compostela, la Sección Penal de la Audiencia se compone de 13 secciones con cuatro jueces cada una. Ante el aluvión de asuntos, acentuado en los últimos años, estas secciones han sido reforzadas en los últimos años con un cuarto juez (antes había sólo tres). Pero su actual situación, cercana al colapso, aunque "tratamos de mitigarla echando más y más horas", es el resultado de años de un constante aumento de asuntos. "Han llegado más casos, pero no jueces", refieren fuentes jurídicas.
Un informe del Consejo General del Poder Judicial les da la razón: revela que la Audiencia de Madrid necesita otras nueve secciones con sus respectivos jueces y funcionarios; es decir, ahora tiene 13 y debería tener, según el órgano de gobierno de los jueces, un total de 23.
El agobio que soportan los jueces derivó ayer en una inédita propuesta (pues existen los funcionarios) consistente en dotar los jueces de una suerte de colaboradores que le ayuden en sus tareas. La idea es que estos colaboradores ayuden directamente al juez y que sean "personas con la mayor cualificación posible", según explicó ayer el presidente de la Audiencia, Francisco Vieira. Un magistrado interpreta que se trataría de colaboradores que les ayuden a resumir y ordenar las diligencias de las causas más complejas. La citada propuesta fue formulada por Vieira a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tras el acto de entrega de la memoria de actividades de la Audiencia relativa al año 2006. Ambos se comprometieron a estudiar ese cauce. Los datos que manejan los jueces de la Audiencia muestran una carga de trabajo descomunal. En la actualidad, cada magistrado resuelve una media de 12 asuntos por semana. A ello hay que unir que gran parte de las mañanas tienen que dedicarlas a la celebración de juicios. "Aquí no se hacen churros, se decide sobre asuntos muy delicados que afectan a la libertad de la persona, y eso requiere tiempo y reflexión", comentó anoche un juez.
Los juicios de las causas más graves se celebran directamente en la Audiencia Provincial. Si la pena que se pide al reo es inferior a cinco años, entonces se enjuicia en los juzgados de lo penal. Pero de ahí hacia arriba, en la Audiencia. En 2006, en primera instancia, los magistrado de la Audiencia celebraron 2.684 vistas por causas graves. Es decir, un 27% más que en 2005. Pero la tarea de los jueces no se ciñe a celebrar juicios de este tipo: asesinatos, grandes estafas, homicidios... También tiene que resolver los recursos que llegan de los juicios que realizan los juzgado de lo penal; 14.042 vistas en 2006. Y, además, todos los recursos que se plantean contra las decisiones de los 50 juzgados de instrucción de la plaza de Castilla y del resto de la región. Todas las secciones están sobrecargadas, pero en algunas la situación es inabordable: la de vigilancia penitenciaria ha quintuplicado la cifra de recursos que le llegan de las cárceles; la de menores, no da abasto, y las dos secciones que tramitan los recursos de violencia doméstica acumulan miles de asuntos pendientes.
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