Original y copia
Los museos se han convertido en centros muy dinámicos de la actividad cultural y artística. Lejos han quedado aquellas amplias salas cuya única función era mostrar lisa y llanamente distintas piezas de sus empolvadas colecciones o las adquisiciones más recientes. Hoy se han convertido en los más activos dinamizadores de la vida cultural. Han dejado de ser centros embargados por el silencio monacal. Sus pasillos están llenos de vida. Sus animadores articulan las más variadas exposiciones para reflexionar sobre distintos aspectos del arte.
En este trance se encuentra en estas fechas el Artium vitoriano, que muestra una colección de fotografías bajo el título Objeto de réplica. Con ella se trata de establecer un alto en el camino para la reflexión. Toma como punto de partida la fotografía y pone a debate los valores del original y la copia. No cabe duda en el caso de la fotografía, y más sabiendo que después de que Fox Talbot inventase el negativo las diferencias que se pueden establecer entre original y copia son escasas, prácticamente inexistentes por ser mecánicamente similares. Las verdaderas diferencias pueden establecerlas la honestidad del autor o el deterioro de una primera reproducción pésimamente conservada.
En esta sociedad nuestra de consumo y homogeneización de gustos y opiniones, la tecnología ayuda a truncar las esperanzas puestas en la exclusividad de la obra artística. La demanda y el dinero pueden generalmente sobre la pieza única que, por lo tanto, se multiplica como en un espejo.
Volviendo estrictamente a la exposición, encontramos en ella un ejemplo de la gran riqueza creativa que ofrece la fotografía. Además de los fondos de la propia institución patrocinadora del evento, se encuentran piezas de otros coleccionistas como Ordoñez-Falcón o Juan Redón.
El recorrido establecido por Daniel Castillejo resulta especialmente ameno. Si se quiere de veras disfrutar exige no menos de una hora. En el paseo encontramos deliciosas obras de 74 artistas de distintas partes del mundo. Así, podemos ver el delicado retrato de una joven con trenzas de Loretta Lux (Dresde, Alemania, 1969), el retrato de carné de un nadador registrado por el francés Pierre Gonnord (1963) o el liliputiense vestido de picador sobre un caballo de tela de Carlos Aire (Ronda, 1974). Exquisitamente sensual resulta la imagen de Naia del Castillo (Bilbao, 1975) de un busto cubierto por una blusa blanca cuyo particular bordado deja ver entre sus rejas de hilo la desnudez de un pecho femenino. Una exposición para disfrutar y aprender.
Objeto de réplica. Varios autores. Museo Artium. Francia, 24; Vitoria. Hasta el 24 de agosto de 2008. Horarios: de martes a domingo y festivos, de 11.00 a 20.00; lunes, cerrado.
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