El Villarreal ni se inmuta en Minsk

No podía evitarse y había que hacer el largo viaje a Minsk, allá en Bielorrusia. El frío, la humedad y la posible desidia en un partido sin tensión, eran los enemigos a batir por el Villarreal en aquellas tierras. El pase a la liguilla de la Copa de la UEFA era algo tramitado en el partido de ida en El Madrigal (que acabó 4-1) y que había que compulsar definitivamente para cumplir el expediente de la vuelta.

Así ocurrió. El Bate Borisov puso todo su orgullo para poder vencer a uno de los mejores equipos de una de las mejores Ligas de Europa. La ilusión y las ganas pues, nobles intenciones, las puso el conjunto bielorruso. El fútbol y la pausa le correspondieron al Villarreal, que se presentó en Minsk como el catedrático que imparte una conferencia.

El Villarreal no dio pábulo para la esperanza bielorrusa. Tras unos minutos de aclimatación al blando terreno de juego, los jugadores de Pellegrini dieron comienzo su rondo habitual, hasta que en uno de estos divertidos ejercicios, Cani hizo buena la brillante acción de Matías Fernández.

Conseguida la ventaja, quedó definitivamente resuelto el envite. Al conjunto bielorruso y a sus seguidores sólo les quedó no perder detalle de la clase magistral impartida por el Villarreal, que se presentó en la siguiente ronda con las mismas hechuras que demuestra en la Liga doméstica.