ACM alerta de que el pleito entre Alinghi y Oracle amenaza la Copa del América en 2009

La empresa organizadora de la Copa del América, ACM, irrumpió ayer en el conflicto legal que mantienen el Alinghi -el equipo suizo ganador de la 32ª edición y defender-, y el BMW-Oracle. ACM aseguró en un comunicado que "la viabilidad" para organizar la próxima America's Cup "se ha visto comprometida por la demanda que interpuso el Golden Gate Yacht Club" en representación de los norteamericanos. ACM, que mantendrá reuniones con los implicados en los próximos días, amenaza con retrasar la competición como medida de presión para buscar una salida pactada.

Los suizos temen que no haya pacto y que la resolución judicial les perjudique seriamente

Los organizadores -es decir, los suizos- aluden a "la incertidumbre y los retrasos" a los que se ven abocados por la citada demanda como razón para lanzar este ultimátum. O bien Alinghi y Oracle llegan pronto a un acuerdo amistoso, o bien los norteamericanos "retiran la demanda y se suman a la competición". Si no, la 33ª Copa del América podría retrasarse. Así lo explicó ayer el director de comunicación de ACM, Paco Latorre. Tanto el contrato firmado con ACM como el protocolo sellado entre el defender, los suizos, y el challenger of record, el Desafío Español, establecen un plazo mínimo para su celebración, el año 2011.

El anuncio debe entenderse como una medida de presión de los suizos -ACM está también en manos de Ernesto Bertarelli, dueño del Alinghi-, que demanda el apoyo de las instituciones valencianas y españolas y busca forzar al BMW-Oracle para que acerque posturas con el Alinghi.

La organización del evento espera un acuerdo amistoso entre ambos equipos antes de que el próximo 22 de octubre sea el juez de la Corte Suprema de Nueva York, Herman Cahn, -el del único tribunal capacitado para dictaminar sobre estos casos- quien nombre a un mediador, un experto jurista, para solucionar el conflicto.

Sin embargo, ACM teme que ese pacto con los norteamericanos no se produzca y que el caso quede en manos del juez y la resolución pueda ser adversa para los intereses de los suizos. Si el juez no desestima la demanda de Oracle, y lleva adelante su propuesta, podría peligrar tanto la fecha de celebración como la sede del evento, cabría una modificación del protocolo, de las reglas, de los barcos, y un largo etcétera. Todo eso se traduciría en pérdidas económicas muy importantes para los suizos, los organizadores de la prueba, y también para la sede designada actualmente, Valencia.

Los suizos tienen la impresión de que el Desafío y las instituciones valencianas apenas han movido un dedo por ayudarles en la resolución del problema. Esta incertidumbre ha movilizado a los miembros del equipo de Bertarelli que se han reunido con altas instancias, tanto autonómicas como estatales, así como con representantes de otros equipos, en busca de apoyos para lograr una salida pactada tras la demanda que Oracle interpuso a Alinghi.

El Golden Gate Yatch Club demandó al equipo suizo el pasado 20 de julio. El sindicato estadounidense considera que el Protocolo que establece las reglas de la competición para la próxima edición y que sellaron Alinghi, en tanto que defender, y el Desafío, como challenger, no se ajusta a la legalidad, era injusto, y beneficiaba a los equipos organizadores con una serie de privilegios. Además, lo califican de "inválido" porque también lo es el Club Naútico Español de Vela -en representación del equipo español-, argumentan, ya que se creó expresamente para sustentar al Desafío como challenger.

Por el momento, y mientras ambas partes implicadas en el conflicto no lo solucionen amistosamente, espera una vista el próximo 22 de octubre en Nueva York en la que ambas partes deben presentar los documentos para su defensa. El Alinghi se desmarcó con un comunicado hace un par de semanas. Anunciaba ligeras modificaciones en el Protocolo tan criticado por el sindicato norteamericano. No había ni una referencia sobre la posibilidad de invalidar al Desafío Español como primer desafiante. Y Oracle, comandado por el multimillonario Larry Ellison, calificó las enmiendas de superficiales. Mientras los suizos no acometan los cambios que Ellison desea, que pasan por tener mayor capacidad de decisión en la 33ª edición, los estadounidenses no pierden nada con llevar adelante la demanda. Bertarelli y Valencia, en cambio, tienen mucho que perder.