La ceguera del Deportivo salva al Espanyol
El Deportivo jugó mejor, desperdició media docena de ocasiones de oro y perdió en Montjuïc. Le faltó la perla que posee el Espanyol. Se llama Tamudo, el delantero capaz de decidir sin que importe ni el pobre juego que desplegó su equipo ni su maltrecho estado físico, que le obligó a ser sustituido una vez cumplida su misión. El capitán blanquiazul sacó petróleo de la nada y castigó la nula pegada del Deportivo, que arruinó su apreciable caudal ofensivo con un festival de remates de todos los colores: algunos se fueron lejos del marco, otros los detuvo Kameni y uno se estrelló en el palo. Un desperdicio.
Valverde prescindió de Moisés en el doble pivote, una posición por la que pasan jugadores sin solución de continuidad. Lesionado De la Peña, no llega la hora de Jônatas, un talento natural al que, por una u otra razón, no se acaba de encontrar acomodo. El canterano Ángel tuvo esta vez a su lado al también joven serbio Lola. Ni uno ni otro marcaron la línea. Sergio y De Guzmán tensaron mucho más el juego del Deportivo y conectaron especialmente con Guardado, que exhibió una apreciable gama de recursos y desestabilizó a la defensa del Espanyol.
ESPANYOL 1 - DEPORTIVO 0
Espanyol: Kameni; Zabaleta, Jarque, Torrejón, Clemente; Coro, Lola (Moisés, m. 67), Ángel, Luis García; Coro (Lacruz, m. 85) y Tamudo (Jônatas, m. 56). No utilizados: Lafuente; Valdo y Moha.
Deportivo: Aouate; Manuel Pablo, Piscu, Coloccini, Filipe; Sergio (Adrián, m. 79), De Guzmán; Lafita (Riki, m. 64), Verdú, Guardado; y Xisco (Bodipo, m. 67). No utilizados: Munúa; Aythami, Cristian y Pablo Álvarez.
Gol: 1-0. M. 45. Tamudo, sólo en el interior del área, remata de cabeza un centro desde la derecha de Coro.
Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó a Lafita y Zabaleta.
21.650 espectadores en el estadio Olímpico de Montjuïc.
No encontró manera de enchufar a sus hombres de vanguardia el Espanyol, especialmente a Tamudo, tan aislado que apenas hubo noticias de él. Hasta que marcó. Los centrales del Deportivo acabaron perdiéndole de vista. Cuando remató a gol, lo hizo completamente solo, con el debutante Piscu y el talludo Coloccini haciendo la estatua, mareados por el doble centro de izquierda a derecha de Riera y de derecha a izquierda de Coro. Eso sucedió en el minuto de prolongación del primer tiempo. El Deportivo ya había lacerado a la defensa del Espanyol con un tiro de Lafita tras un sutil pase de De Guzmán y otro de Guardado que, tras un primoroso recorte sobre Torrejón, puso a prueba a Kameni, quien, poco después, ganó un mano a mano a Xisco.
Tras el gol del Espanyol y el descanso, Coloccini cazó en el segundo palo un centro de Filipe y lo envió a la madera. La reacción de Valverde fue reforzar el trabajo defensivo de su equipo. Lotina no logró dotar a su equipo de lo que careció desde el principio. Sus cambios fueron a la inversa, con Bodipo, Riki y Adrián. El juego iba en una sola dirección, hacia la portería de Kameni. Riki husmeó el gol, pero sólo eso. La ceguera del Deportivo salvó al Espanyol.
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