No más balones fuera
La UEFA recomienda que sólo el árbitro pueda parar un partido por lesión
Domingo 23 de septiembre. Estadio Ciutat de València. Minuto 73 de partido. El levantinista Cirillo yace en el suelo cerca del medio campo tras chocar con un rival. El ataque del Athletic continúa. Y acaba en gol de Aduriz. El debate está servido. Y no es nuevo. Cada cierto tiempo, a golpe de jugada polémica, mucho más aún si ésta acaba en gol, el mundo del fútbol se pregunta quién debe parar el juego cuando un jugador se desploma en el campo lesionado. La tradición dice que son los futbolistas quienes deben mandar el balón fuera. Pero la picaresca, el teatro de los que se tiran al suelo sin razón, ha hecho que en los últimos años algunos entrenadores den consignas a sus jugadores para que no detengan la jugada en estas circunstancias. La UEFA recordó ayer su recomendación al respecto: es el árbitro, y no los jugadores, quien debe decidir si hay que detener el partido.
Durante los dos últimos días los jugadores del Levante y el Athletic se han cruzado declaraciones sobre la actitud de Aduriz. "Cada jugador sabe lo que debe hacer", aseguró Serrano, defensa del Levante; "Aduriz decidió terminar la jugada y acabó en gol. No la echó fuera porque no quiso". Iraizoz, portero del Athletic, defendió a su compañero -"Aduriz ha dejado claro que no vio al jugador"- y recordó que minutos antes de la polémica jugada el levantinista Riganó hizo exactamente lo mismo sólo que el balón no entró.
Parece claro que los futbolistas no quieren romper en público con la tradición. No así los entrenadores. El año pasado se llegó a hablar incluso de la doctrina Mendilibar, cuando el entrenador del Valladolid, entonces en Segunda, aleccionó a sus jugadores: "No se para el juego, pase lo que pase". La frase caló entre algunos técnicos de esa categoría, como Lucas Alcaraz -hoy en el Murcia- y en Segunda B incluso llegaron a hacer un comunicado en el que se comprometían a dejar la decisión al árbitro "ante la reiteración de la ficción en las caídas". Los de Primera no llegaron a tanto, aunque Capello, en el banquillo del Madrid, había abogado por lo mismo cuando entrenaba al Juventus.
Al margen de estos pactos, la única norma al respecto está recogida en el reglamento del fútbol, que indica que está entre las obligaciones de los árbitros "interrumpir el juego en caso de lesión de un jugador". La UEFA quiere ir más allá. El organismo que preside Michel Platini defiende que sean los colegiados los únicos autorizados para hacerlo y en un documento publicado recientemente asegura que "cuando un equipo lanza el balón fuera no debe esperar que el contrario le devuelva la posesión". Incluso Abel Resino, técnico del Levante, parece compartir su posición: "eso es problema de los árbitros, es preciso que hablen con los capitanes y digan que el juego sólo lo cortan ellos", dijo para zanjar la polémica.
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