El 'vale-tudo' de las tendencias

Con el eterno objetivo de la profesionalización e internacionalización, la Semana de la Moda Valenciana arrancó ayer en su enésimo emplazamiento. Tras un peregrinar por espacios emblemáticos, del Museo de les Ciències al Palau de les Arts pasando por l'Hemisfèric, ahora le toca el turno a Feria Valencia. Hasta el 14 de septiembre se presentan las colecciones para el próximo verano.

No muy rebelde, la primera jornada de la pasarela centelleó por lo comercial de sus propuestas. Ante un auditorio bastante vacío, comenzó una jornada de vale-tudo de la moda, donde las tendencias se superponen unas a otras. Modakaos y Zona D presentaron la moda como un modo de vida moderno y de la ideología de las últimas tendencias, aunque aquí han brillado por su ausencia, exceptuando algún destello. ModaKaos, autodenominado desfile transgresor y protagonizado por los estudiantes de las escuelas de diseño de Valencia, no dejó de ser una salva de pólvora mojada cuyas propuestas se acercaban más a los límites del disfraz que al de la exploración de tendencias.

Por la tarde, ya metidos en el espacio ZonaD, comisariado por Javier Calvo, se pudieron ver colecciones de los diseñadores emergentes como Hoet, Fuckyouverymuch, EBP o YiYi Gutzi. Con ellos el horizonte de la moda se expande un poco más. Nuevos talentos que surgen sin cesar sugiriendo nuevas maneras. Así, la Semana de la Moda intenta promover nuevos formatos de presentación de las colecciones. ¿Lo ha conseguido? Pues visto lo visto... Poca imaginación y mucho estándar. Viene fuerte lo vendible indisimulado. Lo convencional como paisaje estético dominante.

Las piezas entrelazadas en limpios patrones de juegos cromáticos sacados de un vídeo de Baby Eistein del diseñador catalán EBP y el blanco supeditado a lo moderno y el futuro en bicolor de los argentinos Hoet -premio de la ZonaD- lo más interesante del primer día, con diferencia.

Hubo mucho más, claro: la reivindicación del algodón y del corte productivo sin más pretensiones (Encarnis Tomero); lo oriental bastante desorientado pero comercial y de factura impecable (Laga); una colección basada en la Bauhaus pero realizada con un estrecho vocabulario (Rosa Castelló); la escasez de lenguaje textil con prendas de cinturas imposibles para ellas y de calzones caídos para los más atrevidos (Silvia Descalzo); fantasías de dandy hechas chaleco en algodón y popelín resueltas con frescura y sin engreimiento (Yiyi Gutz); y la puesta escena fallida pero que velaba prendas interesantes, los kilts coloristas para hombres y alguna sacra sudadera (Fuckyouverymuch). El público fue acudiendo a la cita. Ion Fiz cerró con un desfile irregular, acostumbrados a otras colecciones del diseñador vasco. Un juego de prendas inspiradas en La dama de las Camelias de Alejandro Dumas; una combinación convencional de batistas satinadas y brocados de algodón en colores crudos oro y plata.