"Ha llegado la época de que los andaluces vendamos conocimiento"

Cuando hace un cuarto de siglo Antonio Valdés Cosentino, almeriense de 45 años, daba sus primeros pasos al frente de una pequeña empresa extractora de mármol en Macael "nunca" pensó que se convertiría en el presidente de Tino Stone Group, una marca internacional reconocida por la calidad de sus diseños de piedra y mármol en prácticamente todo el mundo. "He sido siempre bastante soñador, pero entonces el mundo que vivíamos era más pequeño. La globalización nos ha dado capacidad para crecer y expandirnos", explica, apenas dos meses después de inaugurar en Zhangijagang (China), a unos 100 kilómetros de Shanghai, la mayor y más vanguardista fábrica del mundo de mármol, en la que ha invertido más de 23 millones de euros, y que dará empleo a casi 2.000 personas.

"Me emocioné ese día", recuerda Valdés y asegura que recibió "con humildad" los elogios que le prodigó el presidente andaluz, Manuel Chaves, en la ceremonia inaugural. "Agradezco su apoyo institucional, que es muy importante para las autoridades chinas de la zona, y sus palabras en las que me presentó como el mejor ejemplo y la avanzadilla de la segunda modernización de Andalucía". "Fue un orgullo pero yo creo ciertamente que ya se ha acabado la época de que Andalucía venda sus productos. Ha llegado la época de que los andaluces vendamos conocimiento", añade. Su trayectoria empresarial es elogiada por muchos, pero Valdés Cosentino despertó también la curiosidad del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando supo que en el complejo productivo de Tino en China tiene una escuela para los hijos de sus empleados, uno de los sueños de este empresario. "La escuela potenciará la cultura española y tendrá como objetivo fundamental incluir la enseñanza del español, para que los niños sean bilingües al terminar su formación".

El plan de expansión de Tino Stone realiza ahora en Andalucía una inversión que cambiará la realidad económica de Loja. En esta localidad granadina construye el que será su mayor centro de producción con una inversión que supera los 30 millones de euros. Casi 500.000 metros cuadrados, de los que Tino ocupará 150.000, en los que ya ha empezado a construir una biblioteca de la piedra en la que colaborarán universidades españolas y extranjeras. En el recinto se ubicará además una planta de tratamiento de la piedra y una plataforma logística con 40 pequeñas empresas de 5 a 20 empleados a las que transferirá sus procesos y se convertirán en sus proveedores. Algo que ya ocurre con 35 empresas que trabajan actualmente en Macael. "Será la gran ciudad de la piedra y el mármol", vaticina.