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Blanco culpa a los socialistas navarros de la duración de la crisis

Puras y Chivite supieron "desde el primer día"que Ferraz se oponía al pacto con NaBai

El candidato del PSN a la presidencia de Navarra, Fernando Puras, y el secretario general, Carlos Chivite, supieron inmediatamente después del 27-M que la dirección federal del PSOE no aceptaría un pacto de Gobierno con Nafarroa Bai e IU. El secretario de Organización del partido, José Blanco, responsabilizó ayer a los socialistas navarros de la crisis originada en la formación después de que la ejecutiva federal desautorizara su acuerdo con los nacionalistas y ordenara a su grupo parlamentario en la Cámara foral que se abstuviera para permitir la investidura de Miguel Sanz (UPN). "No queremos que Navarra se convierta en una palanca de movilización electoral de la derecha", dijo para justificar la decisión de Ferraz.

A puerta cerrada, ante los 150 miembros del comité regional (formado por 204 militantes) que asistieron a la reunión de ayer, Blanco asumió parte de las culpas al señalar que el "esfuerzo de exploración de todas las posibilidades y de persuasión mutua ha contribuido a que el proceso se haya prolongado en exceso". "Probablemente no debimos haber llegado al mes de agosto con este tema abierto", añadió. Después, cuando compareció ante los medios, aclaró que fue "la esperanza de llegar a un acuerdo" con Nafarroa Bai e IU de los dirigentes del PSN lo que pospuso casi tres meses la decisión definitiva.

Durante los más de 90 días transcurridos desde las elecciones hasta el acuerdo definitivo de la ejecutiva federal del PSOE en contra del pacto, a pesar de que tanto Puras como Chivite conocían la posición de Ferraz, los órganos internos del PSN se pronunciaron en varias ocasiones a favor del acuerdo con los nacionalistas. El propio comité regional, en su reunión anterior, aprobó por 104 votos a uno una resolución que lo proponía. Lo mismo hizo la ejecutiva regional y el grupo parlamentario sólo unos días antes del debate de investidura, cuando acordaron por unanimidad el pacto con NaBai e IU que previamente se había formalizado en varios de los ayuntamientos más importantes como Barañain, Zizur Mayor o Burlada.

Chivite admitió que conocía "las reflexiones de la ejecutiva federal" pero negó que eso tuviera relación con la crisis. "Nosotros sólo tratamos de convencer a la dirección federal de que el pacto era bueno para Navarra y para España", explicó. "Estábamos convencidos de que podíamos hacerlo; cumplíamos con el mandato de los órganos del partido en Navarra".

La negativa final de Ferraz abrió una crisis que provocó la dimisión en cascada de Puras, cinco miembros de la ejecutiva regional y toda la dirección de las Juventudes Socialistas. Blanco, sin embargo, dio ayer la crisis por cerrada. "El 95% de las intervenciones en el comité regional han acatado la decisión y han optado por mirar hacia el futuro", aseguró el secretario de Organización del PSOE, que insistió en la precaria representación del partido y en la heterogeneidad de Nafarroa Bai para justificar el rechazo de la ejecutiva federal.

Sin embargo, la reunión, que se prolongó más de seis horas, fue dura, hasta el punto de que el número dos del PSOE tuvo que emplearse a fondo, según manifestaron algunos de los asistentes. De los 150 miembros del comité presentes, al menos 50 pidieron la palabra, en muchos casos para criticar a la dirección regional o a la federal. En alguna ocasión, el presidente del órgano, el parlamentario foral Javier Monzón, tuvo que levantarse de la mesa para llamar la atención a alguno de los intervinientes. Blanco, según fuentes del propio comité, contestó a todos.

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Los dos sectores críticos con la dirección regional presentaron cada uno su propuesta de resolución aunque ninguna de las dos se debatió. La del autodenominado Foro para el relanzamiento del socialismo navarro, formado por afines al anterior secretario general, Juan José Lizarbe, que pedía el relevo de la dirección regional y un nuevo marco de relaciones entre PSN y PSOE, se estudiará en la próxima reunión del comité, según fuentes del partido. La de las agrupaciones de la Ribera Blanco la dio por "no recibida" al considerarla "cargada de insultos". Uno de sus integrantes, el concejal de Tudela Mariano Cerezo, anunció su abandono del partido.

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