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Crónica:Atletismo | Campeonatos del Mundo
Crónica
Texto informativo con interpretación

La fuerza de la visualización psicológica

Olmedo y España se clasifican respectivamente para las finales del 800 y el 5.000

Carlos Arribas

A Juan Carlos Higuero un sabio japonés llamado Hitoshi Mimura le tomó ayer las medidas del pie para que Asics le fabrique unas zapatillas a la medida. Después de analizar los números, Mimura, un gurú en toda la regla, llegó rápidamente a una conclusión. "Tienes el pie izquierdo medio centímetro más largo que el derecho", le dijo al de Aranda, que ya lo sabía, claro. También le dijo algo que no sabía: que su tobillo es muy poco flexible y que debe llevar tacones para pisar mejor; le señaló también que debe trabajar la planta del pie con una caña de bambú porque tiene un arco plantar muy bajo y el vasto interno con una pelota de goma mientras ve la tele para fortalecerlo. "Así", le dijo Mimura, "en Pekín, mucho mejor". Si también le pudieran hacer unas plantillas para la cabeza y arreglarle la debilidad psicológica...

De la cabeza de los atletas se encarga la psicóloga Julieta Paris, que ayuda a la mayoría a dormir mejor con técnicas de relajación, hipnosis y control de respiración para eliminar la tensión residual en el dormitorio después de cenar. También les ayuda a asimilar el fracaso, a minimizar su impacto emocional y a anticipar el futuro, todo lo que puede pasar al día siguiente. Para ello, se hacen ejercicios de visualización en los que se anticipa las dificultades y las posibilidades probables e improbables para reducir el factor sorpresa.

Manolo Olmedo es un alumno aventajado que ha encontrado la redención a sus pecados en la pista milagro de Osaka. Hace dos años, un mínimo incidente descentró tanto a Olmedo en las series de Helsinki que abandonó antes de terminar. "Pero es que era muy endeble psicológicamente entonces", dice el sevillano, que se entrena en Soria con Enrique Pascual y que ayer se encontró con un británico, Simmer, que por poco le saca de la pista de un empujón y con un letón que le cerró el paso. Pero ya lo tenía previsto. Ya había visualizado que podía pasar y supo reaccionar mecánicamente ante la situación. Como también tiene previstas las posibilidades tácticas de una final, la del domingo, en la que está seguro que participará.

Jesús España es un campeón de Europa que hace un llamamiento inconformista a los fondistas blancos: uníos, un africano no tiene por qué ganar siempre el 5.000. Olmedo y él se encontrarán el domingo, entre otros, con los dos primeros del 1.500: Lagat, que dobla por arriba, en el 5.000, y Ramzi, en el 800.

Jesús España (a la derecha), camino de la final de los 5.000 metros.
Jesús España (a la derecha), camino de la final de los 5.000 metros.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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