Seis años imbatida

¿Qué puede motivar a Carolina Kluft, la prodigiosa heptatleta sueca de 24 años que permanece imbatida desde el Europeo júnior de 2001? No más títulos, pues antes de empezar, el sábado, su travesía del Mundial de Osaka, ya contaba con dos Mundiales, uno olímpico y dos Europeos, conseguidos desde 2002 hasta 2006, sin fallar ningún año. ¿Qué tal un récord? Tampoco especialmente. "Sólo pienso en superar mis marcas", dijo Kluft antes de comenzar su última conquista, la del heptatlón de Osaka, título que la convierte en la única atleta que ha ganado tres medallas de oro consecutivas en unos Mundiales tras la lanzadora de peso alemana Astrid Kumbernuss (1995 a 1999). Claro que esta respuesta tenía trampa; dado que su anterior marca era de 7001 puntos (conseguida en París 2003) y dado que el récord de Europa estaba en 7007 puntos desde 1989 en poder de la rusa Larissa Turchinskaya, batirse a sí misma significaba impepinablemente, batir el récord de Europa. Cosa que inevitablemente se cumplió ayer por la tarde y por un margen de 25 puntos (7.032 consiguió la sueca para conquistar su tercer Mundial consecutivo). Así que ahora el único objetivo que pueda ayudar a que Kluft no abandone el heptatlón es, dada la ausencia de competencia -sus rivales están felices con el reinado de Kluft, cuya telegenia y simpatía han logrado que su especialidad, normalmente invisible en los estadios, se gane la atención de las cámaras- sería el récord del mundo. Pero eso son palabras mayores.

Sólo una heptatleta, aparte de Turchinskaya y Kluft, ha superado los 7.000 puntos. Se trata de la norteamericana Jackie Joyner Korsee, que lo hizo media docena de veces y que, en los Juegos de Seúl 88, consiguió una marca que se considera la más difícil de batir de todas las que llenan los libros: 7.291 puntos, apoyados en 12,69s en los 100 vallas, 1,86m en altura, 15,80m en peso, 22,56s en 200 metros, 7,27m en longitud, 45,66m en jabalina y 2m8,51s en 800 metros. Frente a ellas, Carolina Kluft puede oponer con orgullo que sus marcas en altura (1,95 metros: el sábado fue la primera vez en la historia que una heptatleta conseguía esa altura en una gran competición) y jabalina (47,98 metros) son mejores que las de su antepasada.

Seguramente, de todas maneras, el récord de Joyner Korsee permanezca aún muchos más años en los libros, y no sólo por su dificultad, sino porque parece que, a los 24 años, aburrida y sin objetivos tangibles, la estrella sueca deje la alta competición. Al menos así lo dio a entender ayer, cuando se negó a responder en serio a la pregunta de si seguiría para los Juegos de Pekín 2008. "Pero dejadme disfrutar con esta victoria", les pidió a los periodistas. "Ahora sólo estoy pensando en disfrutar de mi victoria, pero seguiré compitiendo y entrenándome mientras me divierta y esté motivada. ¿Por qué os empeñáis en arruinarme este momento?".