"Siempre imaginé a Tirant rubio y con rizos"

Se lo habían advertido. El actor tarraconense Joan Negrié (1978) sabía por varios colegas que ponerse a las órdenes del director escénico Calixto Bieito comporta un severo desgaste físico. Ha podido comprobarlo desde el mismo momento en que empezó a ensayar Tirant lo Blanc, adaptación teatral de la novela de caballería de Joanot Martorell que se estrenará a finales de septiembre en Alemania, en el marco de la Feria del Libro de Francfort. "Un compañero me dijo que nunca se había quedado afónico hasta trabajar con Calixto. El otro día me ocurrió a mí", admite este actor rubio y con rizos, justo como él imaginó al personaje desde niño. Pero entre las complejidades de la empresa, destaca otra: "Nunca me había costado tanto aprenderme un texto".

A pesar de su buena memoria, el catalán antiguo de la obra le ha puesto en algún apuro. "Por suerte, Marc Rosich (autor de la adaptación junto con Bieito) está con nosotros en los ensayos. Si alguna palabra nos cuesta mucho o suena muy extraña, la cambia", agradece. Con lo que tendrá que lidiar él solo es con los 100 quilos de peso de la armadura de hierro que lucirá en la primera parte del montaje, de la cual se desprenderá luego hasta quedar desnudo. "Se ha traído desde Toledo y no está hecha a medida, así que me la debió ajustar un herrero. Me la voy probando por partes, en cada ensayo una más, para irme acostumbrando".

Bieito descartó construirla de plástico o fibra de vidrio, como las que se usan en cine. No quería renunciar al sonido metálico de las piezas con el andar del caballero. Para soportar tamaña cantidad de metal (tras los ajustes, quizá sólo pese 80 quilos), el actor se pone cada día en manos de un entrenador personal. Después le toca clase de armas, "porque las luchas deben tener realismo, aunque se da más importancia a la pasión de Tirant por Carmelina".

Hasta la fecha, Negrié ha trabajado con directores como Sergi Belbel (Carnaval), Mario Gas (Full Monty) y Javier Daulte (La felicitat) y combina su trabajo de intérprete con la de responsable de la Sala Trono de Tarragona. Conoce la obra de Martorell desde su infancia, cuando estaba fascinado con una versión en cómic de la novela. En ella, el protagonista tenía un físico muy parecido al suyo propio, por lo cual "siempre me había imaginado a Tirant rubio y con rizos". La novela fue una de sus lecturas escolares obligatorias, y la ha releído ahora para preparar el espectáculo. Del personaje le gusta la perseverancia a la hora de luchar por sus objetivos. Quizá porque él también se considera "constante y muy trabajador".

Negrié se presentó a las pruebas convencido de que, en todo caso, si le cogían sería para un papel secundario. "Me gusta conocer a los directores desde la retaguardia. Tenía ganas de trabajar con Bieito, pero nunca pensé que sería el protagonista". Acostumbrado al vaivén del oficio, hace tiempo que dejó de soñar. Así se pone a resguardo de las posibles decepciones. Por ello prefiere no pensar en la repercusión de este proyecto en su carrera. "En el teatro todo es efímero". Eso sí, puestos a desear, pide que la experiencia le sirva, "si lo hago bien", para tener trabajo de forma continuada.