McLaren pone firmes a sus pilotos
Dennis se reúne con Alonso y Hamilton, y les prohíbe hablar después del conflicto en Hungría
Al regreso de las vacaciones de verano, Ron Dennis reunió a sus dos pilotos con la cúpula dirigente de McLaren Mercedes en busca de una paz que parece inalcanzable. Tras lo ocurrido en el Gran Premio de Hungría, tanto Lewis Hamilton, líder del mundial de f-1 con siete puntos de ventaja a falta de seis carreras para el final, como Fernando Alonso, segundo, se fueron de vacaciones con muchas cuentas pendientes. Y ninguna de ellas se resolvió en las tres semanas que separan las carreras de Hungaroring y la de Istanbul Park. "Ellos dos han hablado una vez por teléfono", aseguró una portavoz de McLaren, algo que no ha sido confirmado, pues desde el equipo se informa que hubo un encuentro entre ambos mientras que fuentes del español apuntan a que la reunión fue por separado. La situación de enfrentamiento interno en la escudería es tal que ayer, el primer día en que coincidieron todos los miembros de la escudería, Dennis cogió el toro por los cuernos y reunió a pilotos, cada uno por su cuenta, y directivos en un hotel de Estambul para que, si no pueden resolver los problemas, al menos se mantengan las formas e instarles a que no se repita la agresividad mostrada en la última carrera.
Ninguno de los pilotos acudió ayer al circuito, para disgusto del jefe, Bernie Ecclestone
"Obviamente, se hablará de todo lo ocurrido en Hungría, del tema del espionaje y del funcionamiento interno de la escudería", comentó un miembro del departamento de prensa de McLaren. Ayer, el equipo volvió a tomar una postura drástica, similar a la adoptada en Hungría, cuando no permitió que ninguno de sus pilotos hablara el jueves. Alonso acudió por la mañana a un acto promocional de Vodafone en un karting cercano al circuito, pero se advirtió a todos los periodistas que no se admitiría ninguna pregunta referente a lo ocurrido en Hungría, ni sobre el tema del espionaje, ni tampoco sobre el futuro del piloto y del campeonato. Cuando alguien intentó acercarse a estos temas, fue cortado sin miramientos desde el estrado. Y Lewis Hamilton, ni apareció. Ninguno de los dos pilotos acudió ayer al circuito y no se convocaron las conferencias de prensa de los jueves, creando un precedente que Bernie Ecclestone calificó de "malo para la f-1". "Si yo fuera patrocinador, no estaría muy contento", esgrimió el patrón de la f-1.
Alonso atinó a confesar que las vacaciones le habían parecido demasiado duraderas. "Sí, un poco largas, porque siempre quieres estar sobre el coche y más aún tal como está el campeonato. Lo que menos quieres son largos parones". Y agregó que si gana en Turquía su 100ª carrera, será muy importante: "Nunca me impuse aquí y si lo logro nunca me olvidaré. Pero si no, intentaré olvidarme de mi 100º grand prix rápidamente"
El piloto español parece dispuesto a encontrar de nuevo el gusto por las cosas, pero no va a realizar ninguna concesión en su batalla contra su compañero de equipo Lewis Hamilton. Alonso se ha enrolado en un equipo de fútbol suizo de Tercera División, el Prangins, y el miércoles disputó un amistoso junto a varios pilotos contra viejas glorias del fútbol turco. Además confirmó que pasó las vacaciones relajándose con su familia y amigos. Y desmintió que se hubiera negado a acudir a un crucero en el barco de Mansour Ojeh al que sí fue Hamilton, tal como se afirmó en algunos medios: "Simplemente, no fue invitado", aseguró una fuente de su entorno.
Nada trascendió sobre la cumbre de McLaren. A Dennis no le gustó que Hamilton cuestionara las órdenes de equipo y le insultara cuando entró en su última vuelta rápida de la cronometrada fuera de tiempo en Hungría, porque Alonso había invertido 30 segundos en su último cambio de ruedas mientras él esperaba detrás. Y no parece dispuesto a tolerar que vuelva a repetirse una situación tan esperpéntica como que por culpa de un piloto -el padre de Hamilton alertó a los comisarios de una posible irregularidad en el comportamiento de la escudería- McLaren fuera sancionada con la pérdida de los 15 puntos que habría sumado por el triunfo del británico y el cuarto puesto de Alonso.
La reacción de Dennis es impredecible. Desde Hungría hasta ayer no había hablado con sus pilotos. Pero no es un hombre que olvide fácilmente las afrentas. En principio, dio su apoyo a Alonso en Hungaroring, aunque algunos miembros de la cúpula de McLaren no aprobaron tampoco el comportamiento del español. Alonso tiene también cuentas pendientes: una contra el equipo, por entender que ha favorecido a Hamilton; otra contra el británico, porque se saltó todas las reglas del juego y le arrebató una pole -fue sancionado- que había ganado en la pista en Hungría. Y él, como Dennis, tampoco olvida.
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