Un conductor imprudente manda a tres turistas al hospital
"Mi niña estaba muerta de miedo. Se miraba el tobillo descolocado y no dejaba de llorar", contó Caterina, una italiana de 46 años, con un hematoma en el pómulo. Sus dos hijos, Francesca, de 10 años, y Francesco, de 21, y ella misma resultaron heridos ayer al volcar el minibús en el que viajaban hacia el aeropuerto de Barajas, de regreso a Venecia. Eran las 14.30. A la altura del kilómetro 1,5 de la M-23, en la prolongación de O'Donnell, un coche deportivo se cruzó en su trayectoria. El chófer intentó esquivarlo y chocó con el quitamiedos derecho. Volcó. El conductor que provocó el accidente no se paró a auxiliar a las cuatro víctimas: el chófer del minibús, la madre y el hijo, que sólo sufrían golpes leves, y la pequeña, ingresada en el hospital Gregorio Marañón, donde será operada de la pierna rota.