El Beckham de siempre
El inglés juega 60 minutos y marca su primer gol en un gran saque de falta con el Galaxy
Beckham ha empezado a ser rentable para Los Ángeles Galaxy. El inglés fue la pieza fundamental en el triunfo por 2-0 de su equipo sobre el DC United en las semifinales de la Superliga, que disputan los mejores conjuntos estadounidenses y mexicanos. El Galaxy, que pagó por su estrella unos 35 millones de euros, se enfrentará en la final al Pachuca el día 29 con un millón de dólares (746.300 euros) de premio en juego. Esto es América. Beckham jugó 60 minutos: el primer tiempo y un cuarto de hora del segundo. Marcó un gran gol en un saque de falta con su marca y dio el segundo, además de varios pases magníficos. Examen aprobado y se irá feliz a jugar el próximo miércoles el amistoso contra Alemania en Wembley.
El Galaxy, que había perdido por 1-0 en Liga hace apenas una semana en Washington, salió enchufado a otra corriente. El Home Depot Center de Carson, base del estaba a rebosar con 27.000 espectadores, muchas mujeres, incluida la del protagonista del espectáculo. Victoria Adams, con sus inevitables gafas de sol, estaba en uno de los palcos con uno de sus tres hijos. Papá ya se ha recuperado. Tras lastimarse el tobillo, había entrenado con normalidad y no había jugado contra Boston para recuperarse. En casa se puso las pilas e incluso se pasó de revoluciones. Pero el árbitro no quiso pasar a la historia como el primero en expulsar al jugador más caro de la Liga. Le sacó una tarjeta amarilla por segar el tobillo de un rival. Después le devolvieron la caricia.
A los 27 minutos, cuando el DC había tenido varias ocasiones, pitaron una falta a favor del Galaxy a tres metros del área. Expectación total. Beckham pasó el balón cruzado por encima de la barrera mientras el portero se movía a su izquierda. Era su primera oportunidad. En realidad había jugado tan poco, con un equipo tan romo en ataque, que las ocasiones habían brillado por su ausencia. El segundo tanto también fue cosa de Beckham, que dio un gran pase a Donovan, uno de los mejores jugadores estadounidenses. Asunto concluido. Cannon siguió parando y poco más tarde, con todo el mundo de pie, aplaudiendo, el estandarte del Galaxy se fue a descansar. Ya era el jugador más valioso del partido. Firmó balones y camisetas. Y declaró: "Estoy muy contento y mucho mejor. No puedo pedir más".
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