España, de los nervios

Inquietud en la selección española de baloncesto. La incertidumbre sobre el concurso de Jorge Garbajosa en el próximo Campeonato de Europa mantiene en vilo al jugador, al equipo, al cuerpo técnico y a la Federación, todos a la espera de recibir el alta médica de Toronto Raptors. Pero los canadienses siguen dando la callada por respuesta y los nervios se encrespan. "La situación no es positiva ni para el jugador ni para la selección", afirmó ayer en conversación telefónica el presidente de la federación, José Luis Sáez. "Mañana [por hoy] me reuniré con Pepu [el seleccionador] y con Garbajosa. Hablaremos y tomaremos una decisión", aseguró. Pero la Federación sólo puede tomar dos decisiones: seguir esperando o decidir que el jugador no participe en el Europeo.

"Hoy nos reuniremos para tomar una decisión", avisa Sáez, presidente de la federación

Garbajosa se lesionó el tobillo el pasado marzo y, desde entonces, su recuperación se ha convertido en la gran incógnita a resolver para el Europeo. El alero de Torrejón necesita el permiso de su equipo para disputar el torneo. Un permiso que no llega, pese a las buenas sensaciones que tanto el jugador como los médicos y directivos desplazados se trajeron de Canadá tras las pruebas a las que se sometió el pasado viernes, en un viaje relámpago, ante el cuerpo médico del equipo de Toronto. "Los Raptors han podido comprobar que su tobillo se encuentra perfectamente", declaró entonces Jesús Bueno, director ejecutivo de la federación. Parecía que la lesión era historia y que el alta médica se emitiría en cuestión de horas. Nada más lejos de la realidad.

Bryan Colangelo, mánager general de los Raptors, se encargó el martes de ahogar el optimismo de la expedición española. El directivo declaró al diario Toronto Star que no tenía nada claro que Garbajosa estuviera repuesto al cien por cien. "Lo único claro hasta ahora es que nuestro equipo médico no ha decidido todavía que el jugador esté recuperado para la práctica del baloncesto", declaró el directivo. La cautela, y al mismo tiempo la contundencia con que se expresó Colangelo han caído como una losa en el seno de la concentración española, que se encuentra en Gijón preparando el partido que le enfrenta hoy a Lituania. El equipo cerró filas en torno a Garbajosa y decidió que el entrenamiento de ayer se realizara a puerta cerrada. No es la única muestra de hermetismo -por otra parte, poco frecuente- durante estos días en el seno de la selección, ya que el jugador se niega a hacer ningún comentario al respecto y los únicos autorizados a hablar sobre esta cuestión son el seleccionador y el presidente de la federación.

"No debemos perder la calma ni precipitarnos", repetía ayer Sáez. "Nuestra colaboración con Toronto ha sido y es absoluta. No quiero enjuiciar nada hasta que tengamos la reunión, pero lo que no vamos a hacer es estar todo el día detrás de Toronto", aclaraba.

La situación, pues, parece enquistada. Ni Toronto da el permiso requerido para que Garbajosa juegue, ni lo prohíbe expresamente. Pero no es de extrañar la línea conservadora que mantiene el club, ya que la plantilla de los Raptors a día de hoy está en cuadro. Hasta seis de sus miembros están con sus respectivas selecciones preparando los diferentes torneos preolímpicos del verano: el español José Manuel Calderón, el esloveno Rasho Nesterovic y el italiano Andrea Bargnani, el Europeo; el argentino Carlos Delfino y los estadounidenses Jason Kapono y Chris Bosh, el torneo de las Américas.

Entretanto, Garbajosa ha dejado de entrenarse en solitario y ya ha empezado a ejercitarse con sus compañeros. Incluido Jordi Trias. El alero del Barcelona, que sería su sustituto en caso de que no jugara, se mantiene a la expectativa.