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Un aluvión de bajas laborales deja bajo mínimos la policía de Lugo

Una serie de bajas médicas que, "en algún caso", entiende que son "de difícil explicación". Este es uno de los factores que, según el concejal de Protección de la Comunidad del Ayuntamiento de Lugo, José Rábade, explican la situación que se vivió el pasado fin de semana, cuando el servicio de atestados no fue cubierto por la policía local. El otro factor son las vacaciones del cuerpo que reducen a la mitad la plantilla, 70 agentes, que se concentran en los meses de julio y agosto.

Fuentes de la concejalía denuncian que "no es normal" que un fin de semana haya un 30% de bajas, salvo caso de "pandemia o epidemia". Aseguran además que la denuncia efectuada a propósito de que fuese la Guardia Civil la que tuvo que levantar atestados en el casco urbano corresponde a "un área muy específica y muy concreta", ya que no hubo otro servicio que quedase "bajo mínimos". En los dos turnos de la discordia, hubo seis agentes de los nueve previstos en el primero, y seis respecto a ocho en el segundo.

Rábade cree que detrás de estas bajas está la "conflictividad latente" por el pulso que mantiene este colectivo con el gobierno desde la pasada legislatura con motivo del cese de 16 interinos. Estima que ciertas bajas pueden obedecer a una medida de presión y señala que los agentes que conformaban la brigada nocturna pueden ser los responsables de este presunto boicot.

Acusaciones a los médicos

Este cuerpo, disuelto en el primer mandato del alcalde socialista Xosé López Orozco, se quedó sin complemento retributivo. En su lugar los sindicatos, excepto el CSIF, llegaron a un acuerdo salarial que establecía que todos los agentes hiciesen turnos de noche y cobrasen 50 euros más cada mes y 10 por noche trabajada. Rábade advirtió que desde el ayuntamiento se tomarán las medidas que se estimen necesarias, como que el médico municipal sea el responsable de dar las bajas.

Benito Martínez, portavoz en el ayuntamiento del CSI-CSIF, tildó las declaraciones de Rábade de "auténtica insensatez", porque "salpica" al colectivo médico, al que está acusando de firmar bajas infundadas. Martínez entiende que el concejal se "curó en salud" al dar el dato del 30% porque es "cuestión de un turno", pero el sindicato sólo admite que está de baja el 7% de la plantilla. Martínez culpabiliza directamente a Rábade por "tener los turnos que tiene", que son fruto de una "gran falta de previsión", como demuestra que en la noche del lunes al martes no hubiese ningún mando de servicio entre los nueve policías que estaban trabajando. El sindicalista concluye que "si el organizador hace mal su trabajo" debería dejar de cobrar la dedicación exclusiva e "irse a su casa". De este modo, opina Martínez, se paralizaría el proceso que está "convirtiendo a Lugo en un país bananero".

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