Endesa y Red Eléctrica cruzan acusaciones

La sesión parlamentaria para dar cuentas por el grave apagón del 23 de julio en Barcelona sirvió para alimentar las críticas de la oposición a la gestión del Gobierno catalán, y para visualizar de nuevo la batalla entre las compañías eléctricas implicadas, Endesa y Red Eléctrica (REE), que siguieron tirándose los trastos a la cabeza.

Sin embargo, el varapalo contra el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, que podía pronosticarse a raíz de las duras críticas que le lanzaron los políticos días después de la avería, quedó reducido no a la mínima expresión, pero sí a un reproche mucho más moderado. Los grupos se cebaron con el presidente de REE, el ex ministro socialista Luis Atienza, quien recurrió a las explicaciones técnicas para justificar la actuación de su compañía.

La exposición de Pizarro, un vendaval de cifras, datos y declaraciones de principios, tuvo respuestas para casi todos los diputados. "Los lobos de los últimos días se han convertido esta tarde en corderitos", dijo gráficamente Daniel Sirera, del Partido Popular.

Mientras CiU y PP arrearon contra la Generalitat y el Gobierno, criticando la falta de asunción de responsabilidades, el resto de grupos pidieron explicaciones a las eléctricas sobre el retraso en inversiones y exigieron compromisos.

El convergente Oriol Pujol repartió tanto a las compañías como a la Generalitat: "Tenemos un ex ministro de Industria que hoy es presidente de la Generalitat, y un ex alcalde de Barcelona que hoy es ministro de Industria, y Red Eléctrica, que es su brazo eléctrico con un presidente nombrado a dedo. Y Endesa, que genera miles de millones de beneficios. Nadie admite su responsabilidad". Y cargó las tintas contra REE, a la que tildó de "AENA del sector eléctrico".

Pujol dijo que, si su formación gobernara la Generalitat, "habría iniciado un expediente sancionador a Fecsa". Pujol sacó a relucir el patrocinio al Fórum de las Culturas de 2004, insinuando un posible intercambio de favores. Pizarro se limitó a señalar que Endesa donó 15,5 millones, los seis últimos poco antes de acabar el evento.

El socialista Jordi Terrades defendió que la Generalitat aún no haya abierto un expediente sancionador para que no se repita lo sucedido con el Gobierno de CiU en el apagón de 2001. Los nacionalistas culparon a Endesa, pero la Comisión Nacional de Energía responsabilizó finalmente a Red Eléctrica.

La diputada del PP Carina Mejías lamentó las versiones contradictorias entre REE y Endesa sobre el apagón. "Alguien miente".

Jordi Miralles, de Esquerra Unida, pidió un cambio en las reglas de juego en el sistema eléctrico que obligue a las empresas a invertir una parte de lo que ganan. La republicana Anna Simó recalcó que las redes están saturadas y criticó que los consumidores catalanes reciban menos inversiones de las que les corresponden por consumo.

A Red Eléctrica, los grupos que forman el tripartito le reclamaron un refuerzo de las inversiones y una mayor estructura en Cataluña, a lo que Atienza respondió con la promesa de contar con una estructura más potente a partir de ahora en el territorio "para estar más cerca" de los usuarios.