Ferguson, ante el ciclo soñado
La 'Premier League' comienza con el Manchester United como favorito gracias a sus refuerzos
Consciente de que gestiona el fondo de armario más versátil y atractivo del Reino Unido, Alex Ferguson, el entrenador del Manchester United, afirma estar ante el comienzo de algo especial. Y lo sostiene con la fe de un padre fundador, deleitándose ante la posible génesis de un ciclo histórico. Gracias a la profusa y exuberante plantilla reunida, el United obró el miércoles el milagro de la omnipresencia: jugó dos partidos simultáneos en Escocia e Irlanda del Norte con dos equipos de buenos jugadores. Ferguson está tan satisfecho con la pretemporada que mandó a sus ayudantes, Queiroz y Phelan, a dirigirlos. Él se quedó en Manchester por imperativo conyugal: su esposa, Cathy, le exigía ayudar en la mudanza de casa. Ferguson sí se había sentado en el banquillo de Wembley el domingo, cuando el United, vigente campeón de la Liga, derrotó por penaltis al Chelsea en la Supercopa inglesa. Al final, su futbolista más desequilibrante, el portugués Cristiano Ronaldo, se abrazó, eufórico, con sus nuevos compañeros. Con su compatriota Nani, extremo de perversa habilidad llegado del Sporting de Lisboa. También con el brasileño Anderson, vertical mediapunta fichado de Oporto. Con Heargreaves, venido del Bayern de Múnich para equilibrar la media. Y con el voraz delantero argentino Tévez, sobre el que el litigio con el West Ham, club que cobrará tres millones de euros, concluyó ayer. Además, el United ya contaba con sagaces veteranos como Scholes o Giggs y con la descomunal osadía del propio Cristiano y de Rooney, capaces de poner patas arriba cualquier andamiaje defensivo.
El vigente campeón ha contratado a Tévez, Nani, Anderson y Heargreaves
El otro gran candidato al título liguero es el Chelsea, maltratado por una plaga de lesiones que se ha cebado en su columna vertebral, con Terry, Lampard y Drogba a la cabeza. Contratiempos similares le costaron caro en la pasada campaña y por eso su técnico, José Mourinho, ha optado por contratar refuerzos auxiliares para equilibrar su fortísimo elenco: una congregación que mantendrá su consistente semblante rocoso, pleno de intensidad física y atención a los detalles tácticos. El pujante extremo francés Malouda y el delantero peruano Pizarro son sus fichajes más relevantes.
En el Liverpool, mientras tanto, Rafa Benítez promete devolver a Gerrard a su posición natural de medio centro y trata de integrar rápidamente a Fernando Torres en la dinámica del fútbol británico. Pero también a nuevos efectivos, como el inteligente centrocampista brasileño Leiva o el delantero holandés Babel. Sangre joven para un conjunto que en las tres temporadas que lleva bajo el mando del técnico español siempre se vio prematuramente relegado en un campeonato que no conquista desde 1990.
La otra gran incógnita es el Arsenal, ya huérfano de Henry, su bandera durante siete años. El cuadro londinense apuesta por mantener su atractivo y elaborado estilo otorgando más galones a Cesc y Van Persie. Y también confiando en el buen gusto y el ojo clínico que su entrenador, Arsène Wenger, tiene para los fichajes: su última apuesta es el croata de origen brasileño Da Silva. Con 16 años, el Dinamo de Zagreb se lo llevó tras verle en un torneo de favelas. Ahora tiene 24 y en su país de adopción ha mostrado pelaje de goleador tenaz.
Da Silva lo tendrá que refrendar en la legendaria Premier League, que hoy comienza con un Aston Villa-Liverpool (La 2, 17.15) entre otros partidos. Un torneo en el que el 60% de los jugadores no son ingleses y cuya nómina de españoles alcanza ya los 14, a expensas del futuro de Luque, con las llegadas de Torres, Mikel Alonso, Jose Enrique y Garrido y el retorno de Piqué.
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