Largas colas en el aeropuerto de El Prat
Estos días se hace necesario llegar al aeropuerto de Barcelona con más horas de antelación que nunca para tomar un avión. Aunque la jornada de ayer se libró de la situación de colapso del pasado domingo, las colas que formaban los viajeros ante los mostradores de facturación suponían esperas de entre 30 minutos y una hora.
Son 100.000 pasajeros diarios con maleta. Y a veces la espera desespera. Sobre todo, cuando los viajeros observan cómo las cintas que transportan equipajes van quedándose paradas de forma intermitente. No están estropeadas. "Las cintas se paran de forma automática cuando el peso de las maletas supera el límite establecido y vuelven a ponerse en marcha cuando se descargan", explica un trabajador del aeropuerto.
"No ha habido ninguna incidencia especial más allá de la afluencia de público importante de un día de agosto", explicó un representante sindical del sector del handling, valoración que coincide con AENA, el ente gestor de aeropuertos. También hubo algunos retrasos, pero no fue algo generalizado.
Algunos profesionales del aeropuerto no coinciden con la opinión que dio ayer la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, sobre la situación en El Prat. Álvarez responsabilizó a las empresas de servicio de tierra -en Barcelona operan tres, más Vueling, que se hace su propio handling- por no poner los medios suficientes. Sin embargo, fuentes del gremio aseguran que "a veces está la plantilla preparada para trabajar pero es que no hay mostradores libres, ni espacio".
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