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Entrevista:ISAAC DIAZ PARDO | Medalla de Oro de Galicia

"Hay que recuperar la memoria pero sin revancha"

Generosidad es probablemente la palabra que mejor explica la trayectoria de Isaac Díaz Pardo (Santiago, 1920), una figura imprescindible para entender la Galicia de ayer y de hoy que acaba de recibir la mayor distinción de la comunidad autónoma. Para ser coherente con su vida, ni siquiera considera que esta distinción sea exclusivamente para él sino que la extiende a toda una generación que sufrió el exilio y con la que cree que todavía no se ha liquidado la deuda pendiente.

Pregunta. ¿Siente reconocido su trabajo con la concesión de la Medalla de Oro de Galicia?.

Respuesta. Me siento ultrarreconocido. Se trata más bien de un desagravio, me apoyan a mí porque soy el más viejo de una generación que creó cosas importantes, como el grupo Sargadelos o el Laboratorio de Formas, pero no soy el único. Hubo gente poco reconocida que hizo una labor muy importante, como Luis Tobío que redactó el primer anteproyecto de Estatuto de Autonomía de Galicia, y otros ya más conocidos como Rafael Dieste, Lorenzo Varela, Blanco Amor, etcétera. Todos ellos constituyen las raíces del Laboratorio de Formas porque coincidimos en la importancia de recuperar la memoria histórica. No se puede echar la culpa de todo a Franco pero sí de algunas cosas como la desaparición del Seminario de Estudios Galegos en 1936, del exilio de artistas que renovaron el arte gallego...

"Tenemos abandonado el campo y, desde el punto de vista empresarial, ni los ríos ni el viento son nuestros"
"Seguramente con la pintura me hubiese ido mejor económicamente, pero tenía un compromiso con el país"

P. ¿Se puede considerar superada la deuda con el exilio?

R. Todavía no está saldada del todo. El otro día cuando me entregaron la Medalla recordaba una efeméride que coincidía en esa fecha y que deberían de ser las instituciones quienes la recordasen. Se cumplían exactamente 60 años del día en el que Castelao emprendía viaje desde Marsella con su mujer hacia la Galicia ideal, que era como él consideraba a Buenos Aires, y era consciente de que ya no volvería. Hay que seguir hablando de la memoria histórica para no retroceder en todo lo que hemos avanzado pero no debe hacerse con intención de revancha. Hay que recuperar la memoria porque si no nos ocurrirá lo mismo que les pasa a los árboles que no tienen raíces y se vienen abajo. Si nuestro conocimiento no tiene raíces, será poco profundo.

P. Usted ha sido siempre un emprendedor que ha puesto en marcha muchos proyectos culturales. ¿Con cuál de ellos se siente más identificado?

R. La obra más importante es la que hizo el Laboratorio de Formas, pero entendida en conjunto porque no se puede separar lo que consiguió Sargadelos de lo que hizo el Seminario de Estudios Galegos o Edicións do Castro. Seguramente con la pintura me hubiese ido económicamente mejor, pero no entraba dentro de mi manera de pensar dedicarme sólo a pintar y a vender cuadros. Tenía un compromiso con la realidad social y económica del país y por eso me dedique a coordinar distintas actividades.

P. Si volviese a empezar desde cero ¿daría marcha atrás en algo de lo que ha hecho?

R. Pues no sabría decir lo que haría. El hombre es un animal de costumbres y es probable que hiciese lo mismo pero no me arrepiento de nada. A lo mejor me podría arrepentir de tener demasiada confianza en la gente, je, je, je... de dedicarme solo al trabajo y olvidar otras cosas. Hice el imbécil al confiar en la lealtad de algunas personas.

P. ¿Creyó alguna vez que iba a ver a Galicia con el nivel de desarrollo que tiene ahora?

R. Pienso que aún no llegamos al mejor escenario posible, todavía hay mucho que hacer sobre todo desde el punto de vista de la cultura económica. Se está llamando cultura más bien al culturalismo que son cosas que no tienen relación con la realidad social y económica. Donde está más arrasado el país es en la parte económica y social. El campo lo tenemos abandonado y desde el punto de vista empresarial ni los ríos ni el viento son nuestros. Lo primero de todo es cuidar el sector primario de la economía, que por algo se llama así y nos hemos pasado al tratar de reducir el volumen del sector primario. La mayor parte de la población vive en el eje Ferrol-Vigo, pero las industrias que están ahí no son nuestras y los gobiernos que vengan, sean del color que sean, se encontrarán con esta realidad que no se puede cambiar de la noche a la mañana. ¡Hay que ver el trabajo que ha costado conseguir que el AVE pase por esa mina cerca de Santiago!

P. Hace unos días alertaba usted también sobre la situación del gallego y el peligro de que se convierta en una lengua sin uso.

R. Hay que recordar lo que sucedió en países como Puerto Rico o Filipinas en los que el español era una lengua dominante hasta que llegaron los norteamericanos y ahora lo que predomina es el inglés. El idioma es de quien lo trabaja, de quien lo usa comercialmente. Si las empresas que tenemos aquí no son gallegas no utilizarán ese idioma. Soy amigo de la persona que lleva el tema del gallego en la Xunta y lo hace muy bien en cuanto a promoción de la lengua, pero el problema es que hasta los jóvenes hacen el amor en castellano. Las instituciones dejaron las puertas abiertas al castellano y se las cerraron al portugués, que es una parte de nuestra existencia. Es indudable que los reintegracionistas van a progresar porque responde a una realidad, que es la existencia de una zona con intereses comunes como es Galicia y el Norte de Portugal.

P. Ahora tenemos muchas infraestructuras culturales pero ¿hay tantas ideas como antes?

R. Hay más instituciones que se llaman culturales pero no sé si hay tantas ideas para llenarlas. Por ejemplo, se publican muchos más libros pero no sabemos si esa abundancia de cosas va a ser más trascendente que lo que hubo antes de desaparecer la República, que fue un ejemplo para el mundo entero.

P. ¿A qué se dedica ahora?

R. Pues más que nada a ir a los juzgados, que es una tarea que lleva mucho tiempo. Como ya es conocido hemos presentado una querella por el asunto de mi salida del grupo Sargadelos, que se debió a los manejos de un letrado que hizo trampa. Probablemente esto se va a resolver de otra forma porque a los señores que hicieron aquella cafrada les está yendo muy mal. De todas formas, también sigo trabajando y siempre hay cosas que hacer.

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