Matrimonios y secretarias

Un abuelo y una abuela, los dos cascarrabias, un matrimonio maduro y una pareja joven. Éste es el reparto de Escenas de matrimonio (Tele 5). Ellos tienen a su cargo las susodichas escenas. Se trata de una antología de chistes de alcoba. Podría pensarse que a cada pareja, por edades, se les endosaría un tipo de humor distinto. Pero no, a casi todos les toca el mismo: el chiste verde con el agravante de que se ahorran la picardía. Simplemente, ponen la directa. Salvo en el caso de la pareja joven, la vida matrimonial sólo consiste en riñas y, la mayoría, por lo mismo, por inapetencia de una de las partes en la cama. El mejor momento de la noche fue ver a la abuela poniendo lavavajillas en el cocido para darle una mala tarde a su esposo. Pero a su lado hubo que tragarse la vetusta bromita sobre el suegro o alardes verbales, de dudoso gusto, sobre la chochez del cónyuge. Realmente, el gran asunto que no trataron es el de por qué siguen juntos los dos matrimonios más maduros. Deberían divorciarse, aún a costa de que ello supusiera dejar de salir por la tele.

Este programa sustituye a Camera café, que se ha ido de vacaciones muy vigoroso, sin síntomas de fatiga. A quien no parece que le den vacaciones es a Bea, la fea. La protagonista de Yo soy Bea está pasando un mal momento por culpa de una filtración periodística sobre un beso. Cayetana, la novia de Álvaro, orquesta la revancha con una periodista que negocia con la salsa rosa. La historia es simple, previsible, pero está contada llevando a su público de regreso al embeleso de los cuentos, particularmente con hadas buenas. Y no se oculta este sustento. La propia Bea se ve, y la vemos, como Blancanieves. Y a Cayetana, la disfrazan de bruja. Bea trabaja en la redacción de una revista y el éxito de la serie ha hecho que, con la misma cabecera, se saque una publicación en los quioscos que, naturalmente, tiene su rincón mensual para hablar de la serie madre. Quizá por eso no tiene vacaciones Bea, para alimentar el product placement de la revista.