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La actividad 'yihadista' va en aumento y sus presos preventivos superan ya a los de ETA

El fiscal general Conde-Pumpido asegura que el terrorismo islamista es "el máximo peligro"

José María Irujo

La actividad yihadista en España crece y la estadística lo demuestra. Casi el 60% de los presos preventivos por delitos terroristas que aguardan juicio o sentencia en España son islamistas, según señalan informes reservados del Ministerio del Interior e Instituciones Penitenciarias. Durante más de tres décadas, el colectivo de presos preventivos por terrorismo más numeroso pertenecía a ETA, la banda que golpea desde hace más de 30 años. "Asistimos a un cambio significativo que refleja bien el aumento en la actividad de los grupos islamistas", señala un experto en la lucha antiterrorista.

Casi el 60% de los reclusos preventivos por terrorismo son presuntos 'yihadistas'
"Hemos adelantado las principales barreras de protección", reconoce el fiscal general
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El pasado lunes, 116 presos islamistas aguardaban en más de 30 prisiones diferentes la celebración de la vista oral o la sentencia judicial de sus procesos, como en el caso de los 19 presuntos autores y colaboradores de los ataques del 11-M que han sido juzgados durante varios meses por un tribunal de la Audiencia Nacional, según señalan fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Estas 116 personas representan el 58% de los presos preventivos por terrorismo en las cárceles españolas. El resto son reclusos en su mayoría de ETA y algunos casos aislados de los GRAPO, un grupo que la policía considera desarticulado. El cambio de tendencia es todavía más significativo si se tiene en cuenta que pese a la última tregua de ETA, las Fuerzas de Seguridad del Estado han protagonizado en los últimos cuatro años numerosas redadas contra esta organización terrorista y detenido a varios centenares de sus militantes.

Desde el 11 de marzo en 2004, fecha de los atentados contra los cuatro trenes de Atocha, la policía y la Guardia Civil han detenido a 335 personas en diversas operaciones contra el terrorismo islamista, más de un centenar relacionadas con el ataque terrorista que acabó con la vida de 191 personas. "Es la cifra más elevada de Europa", destaca Cándido Conde-Pumpido, el fiscal general del Estado. El proselitismo, la financiación de la yihad, el reclutamiento de muyahidin para Irak, los nuevos campos de entrenamiento terrorista en el desierto del Sahel o la preparación de nuevos ataques son las actividades más comunes de los detenidos.

Conde-Pumpido explica a EL PAÍS las causas por la que se da este cambio estadístico en las prisiones españolas: "Se ha producido un traspaso de lo que era el principal riesgo para la seguridad de los españoles, el terrorismo tradicional de ETA que ha sido muy golpeado y que todavía tiene capacidad de matar, por el riesgo que nos viene del terrorismo internacional que ha superado el anterior. Estas cifras responden a la reacción frente a lo que hoy es el máximo peligro a nivel español e internacional".

Para el fiscal general del Estado, el aumento de los presos islamistas en las cárceles españolas es consecuencia "del incremento del riesgo, de la mayor preparación y dedicación de las Fuerzas de Seguridad y la decisiva intervención policial en la fase preparativa de las células islamistas".

La determinación policial supone un verdadero cambio con respecto a su actuación antes de los ataques del 11-M. "Hemos adelantado las principales barreras de protección. Actuamos sobre las fases delictivas previas: financiación, reclutamiento, proselitismo, organización, preparación y entrenamiento de las células. Los denominados actos preparativos impunes se han ido reduciendo en la medida en que se entra en la preparación de los hechos delictivos concretos. Entramos en el Derecho Penal de riesgo, bienes como la vida que se están poniendo en riesgo", explica Conde-Pumpido.

La fiscalía, consciente del peligro que representan estos grupos, pretende cortar de raíz cualquier intento de nuevos ataques. Así, las intervenciones telefónicas y la financiación se consideran suficientes para ordenar la detención de sospechosos de pertenecer a una célula islamista.

El pasado miércoles, los hombres de Miguel Valverde, comisario principal de Información de la Policía, detuvieron en Madrid a dos ciudadanos sirios a los que acusan de financiar presuntas actividades islamistas con los beneficios de una promotora de viviendas. Es la última operación de un rosario de actuaciones que parecen no tener fin. Sólo en el 2006 y 2007 la policía ha desarrollado las operaciones Rally, Suez, Amat, Sello II, Satén y Rizo, entre otras. Los presuntos miembros de estas células captaron en España a decenas de jóvenes como voluntarios para Irak. A los que no han logrado entrar y regresan a España se les denomina "voluntarios frustrados" y son otro nuevo riesgo.

"Cada vez tenemos más información porque la colaboración con los países del Magreb ha mejorado", asegura el fiscal general del Estado. La comunicación entre los fiscales de la Audiencia Nacional y los de Rabat y Argelia es permanente.

Al Qaeda en el Magreb, el antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) recientemente asociado a Osama Bin Laden, es la principal amenaza para España según coinciden todos los informes de inteligencia. Sus militantes argelinos están captando nuevos adeptos en Marruecos, Túnez, Mauritania, Malí y Chad entre otros países. El pasado mes de abril iniciaron ataques suicidas en Argel y se teme que los extiendan a España y Francia, los países europeos donde cuentan con más simpatizantes. El Grupo Islámico Combatiente Marroquí y los seguidores del movimiento Takfir wal Hijra (Anatema y Exilio), el más clandestino de todos los grupos yihadistas, están implantados aquí. Todos ellos pertenecen a la corriente Salafia Yihadia.

El pasado día 19, Ayman Al Zawahiri, el número dos de Al Qaeda, se atribuyó el ataque contra las tropas españolas en Líbano que causó la muerte de seis soldados. Y citó una vez más Al Andalus y a Ceuta y Melilla como territorios ocupados.

Detención de un presunto <i>yihadista</i> en su domicilio de Barcelona.
Detención de un presunto yihadista en su domicilio de Barcelona.CARLES RIBAS

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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