Un vino con Gepetto

La periodista barcelonesa, que presenta las noticias del fin de semana en La Sexta, recomienda una ruta por el sur de la Toscana como la que ella hizo.

¿Eligió esta región italiana por alguna razón?

Ya había hecho la ruta de Siena, Pisa y Florencia, y como soy una amante del vino, me apetecía conocer el sur, lleno de pueblecitos y viñedos.

Supongo que pudo catar varios vinos.

Sí, es uno de los principales atractivos, puesto que es la zona de la denominación Brunello. Es costumbre, cuando se piden distintos vinos, que te escriban cuál es cada uno en el posavasos.

¿Dónde se hospedaron?

Elegimos como base Montalcino, una villa medieval que está sobre una colina y que tiene unas vistas del valle del Orcia increíbles. Ya sabe que aquí el cielo ocupa las tres cuartas partes de tu campo de visión.

¿Algún rincón reseñable?

Sí, el pequeño palacete reconvertido en hotel familiar donde nos quedamos. Lo regenta un anciano con el típico aspecto de la zona, y es que los toscanos cuando envejecen se parecen todos a Gepetto.

¿Y en los alrededores?

Lo divertido aquí es perderse por las carreteritas que están salpicadas de campos de trigo, que, si además se han segado, son de color rojizo, por la tierra. A bote pronto, recuerdo la abadía medieval de Sant' Antimo, que es diminuta. Dicen que la fundó Carlomagno, aunque no se sabe a ciencia cierta.