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Una ciudad averiada

Una avería en un tren causa retrasos a más de 30.000 viajeros en Sants

El incidente afectó a convoyes de Cercanías, media y larga distancia

El caos volvió a apoderarse de la estación de Sants. La avería de un tren con destino a Madrid a primera hora de la mañana provocó una serie de retrasos en cadena que afectaron a más de 30.000 pasajeros de 77 trenes de Cercanías, media y larga distancia. Algunos viajeros tuvieron que esperar dos horas para coger su tren y la situación no se normalizó hasta la tarde. Este nuevo desastre coincidió con el primer día de vacaciones de agosto.

Viajeros tirados en el suelo, deambulando por la estación sin saber bien a dónde ir o mirando hipnotizados las pantallas con la esperanza de ver anunciada la salida de su tren. Así se vivió en Sants el primer día de la operación salida de las vacaciones de agosto. Muchos pasajeros, móvil en mano, mantenían la misma conversación: "No sé cuándo saldremos, aquí nadie dice nada".

A las 7.12 horas un tren recién estrenado con destino a Madrid se paró a 300 metros de la estación al averiarse su ordenador central. Renfe tardó casi dos horas en retirar el convoy, lo que originó un gigantesco tapón que afectó a decenas de vehículos que vieron alterada su frecuencia y recorrido habitual. Algunos trenes tuvieron que desviarse a la estación de Plaça Catalunya, que a esa hora ya estaba funcionando a pleno rendimiento.

Los trenes de media y larga distancia registraron retrasos de entre una y dos horas, y los de Cercanías, de una media de 30 minutos. La línea que va al aeropuerto estuvo parada hasta las 12.40 horas, por lo que Renfe tuvo que fletar 18 autocares. "Es como cuando hay un accidente en la carretera. A veces genera un colapso que se extiende durantre varios kilómetros", indicó Miguel Ángel Remacha, director de Cercanías de Barcelona. "En este caso, el incidente se ha agravado porque Sants registra una densidad muy alta de circulación", añadió Remacha.

Al mediodía los trenes de media y larga distancia recuperaron la normalidad, pero los retrasos en las líneas 1, 3, 4 y 7 de Cercanías se prolongaron durante toda la tarde.

Según Renfe, la incidencia es atribuible a CAF, la compañía constructora del convoy. "El tren acababa de salir de fábrica, por lo que aún estaba en periodo de garantía. Exigiremos responsabilidades a CAF por lo ocurrido", señaló un portavoz de la compañía.

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La multitud de viajeros molestos y angustiados esperando la salida de su tren elevó la temperatura en el vestíbulo de la estación. Un penetrante ruido provocado por las cercanas obras del AVE ahogaba el sonido de la megafonía que informaba de la salida de algún tren, al tiempo que encendía, aún más, el ánimo de los viajeros. "Estoy hasta las narices de Renfe. Siempre retrasos, retrasos y más retrasos", se quejaba Rogelio Frutos, un pasajero que llevaba hora y cuarto esperando para coger un tren hacia Alicante.

Falta de información

De nuevo, la queja recurrente en este tipo de incidentes. "Es increíble. Hay gente de todos los colores: verde, rojo y morado. Pero nadie informa de nada", lamentaba Maria Eugènia Flores, una catalana que llevaba más de una hora esperando para coger un tren hacia Madrid.

Decenas de jóvenes ataviados con peto verde se vieron desbordados por la magnitud del caos. Son empleados que la empresa administradora de infraestructuras Adif ha contratado para informar sobre el cambio de frecuencias y recorrido de algunas líneas de Cercanías con motivo de las obras del AVE a partir de hoy. "Esté atento a las pantallas y busque su puerta de embarque", era el único consejo que acertaban a dar.

"Sólo hemos tenido un problema en algunos trenes que todavía no tienen megafonía interna. Esperamos tenerlo solucionado entre septiembre y diciembre", subrayó Remacha.

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