Turbulencias veraniegas
Los resultados empresariales marcaron ayer la pauta a los mercados de valores europeos, con la particularidad de que afectaron individualmente a cada una de las plazas, según la exposición al valor, y contribuyeron a aumentar la sensación de desbarajuste que se vivía desde primeras horas de la mañana.
La Bolsa española fue una de las más zarandeadas por las circunstancias, lo que hizo que la diferencia entre el máximo y el mínimo del Ibex 35 fuera de 262 puntos, cerca del 2%, y diera lugar a una amplia serie de explicaciones. Para algunos habituales, esas oscilaciones pueden ser el preludio de la ruptura del amplio movimiento lateral que registra el mercado desde hace meses, aunque hay quien piensa que se deben a hechos puntuales perfectamente asumibles por el mercado.
Al cierre de la sesión el Ibex 35 subió el 0,16% para quedar en 14.937,70 puntos, pero en algunos momentos llegó a superar el listón de los 15.000 puntos. El Ibex de las empresas medianas cedió el 0,82% y el de las pequeñas el 0,62%. Entre los mercados de la eurozona abundaron los recortes superiores al 1% debidos a algunos malos resultados empresariales.
En Estados Unidos se conoció el índice de venta de vivienda de segunda mano de junio, con un descenso del 3,8% que sitúa el dato de ventas en el nivel más bajo en casi cinco años. No obstante, el precio medio de estas viviendas usadas subió el 0,3% en tasa interanual, lo que tranquilizó al mercado al considerar que, al menos en este aspecto, se podría haber tocado fondo.
La contratación en el Mercado Continuo se vio favorecida por los constantes altibajos, que obligaron a la inversión a corto a trabajar a destajo, hasta situar el total negociado en 8.339,41 millones de euros, de los que 5.191,04 millones se negociaron en el "mercado abierto". De esa cifra, el 54% se concentró en tres valores.
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