Con la 'cabra' en casa

Sostiene Johan Bruyneel, director deportivo del Discovery Channel, que el tiempo que hoy pueda perder su corredor Alberto Contador en los 54 kilómetros de la contrarreloj no es nada comparado con lo que puede perderse en las tres etapas de los Pirineos. "El problema de muchos es que sólo piensan en el día a día, y un Tour no se gana en una etapa", dice el heptacampeón de la vuelta gala como jefe de Lance Armstrong. Pero no ignora que Contador ha trabajado duro durante el año para llegar a Albi en disposición de perder el tiempo justo con el que presentarse en Palhieres, el primer puerto pirenaico de la carrera, con garantías de seguir peleando en los puestos altos -ahora es quinto en la general- a partir de mañana. "Perder 1m 40s con respecto al ganador sería un resultado excelente". O sea, la mitad de lo que perdió el 13 de junio pasado en la Dauphiné Libéré, que ganó Vinokúrov. La frase tiene truco: "Si Contador pierde ese tiempo con el ganador es que al final le recortará segundos a Rasmussen y Mayo", asume Pepe Martí, entrenador del Discovery Channel.

El murciano mejora su rendimiento con una plantilla de dos milímetros en la zapatilla derecha

Bruyneel señala a Klöden -que al parecer anda tocado de una rodilla, y se especula sobre si se sentirá cómodo o no dando pedales esta tarde-, a Evans y a Valverde como candidatos al triunfo "por este orden". "Contador es un escalador, pero hemos trabajado mucho las cronos", recuerda Bruyneel. Valverde, también. El murciano, que llegó a tenerle pavor a las carreras contra el cronómetro, tuvo un punto de inflexión subido a la cabra el año pasado, en la Dauphiné. "Se dio cuenta de que podía ser competitivo", asegura Eusebio Unzue, el director deportivo del Caisse d'Épargne. Este año ya ha ganado una, en Murcia. "Valverde puede ganar. Si los especialistas no tienen el día y él lo hace muy bien, muy bien, puede ganar. Pero no sería lo normal", avisa Unzue, que ya conoce el recorrido: "Tiene de todo". Durante los primeros 23 kilómetros pica hacia arriba, y luego baja unos ocho kilómetros, para afrontar la cota de cuarta categoría. Una prolongada recta lleva de regreso a Albi.

Contador y Valverde pondrán sobre la bici todo lo que llevan trabajando durante el año, especialmente ante las nuevas exigencias de la UCI, que obliga a usar un manillar horizontal al plano de la carretera. "Hemos trabajado al menos dos días a la semana con la bicicleta de contrarreloj", asegura Martí. "[Contador] llegó al equipo con conceptos de posición sobre la cabra muy buenos; se notaba que venía de un equipo trabajado por Manolo Saiz". Pero se pudo mejorar ergonómicamente: el monocasco de carbono con el que saldrá el ciclista de Pinto es dos milímetros más alto de lo normal, un cambio en la postura que le permite ganar potencia. El desarrollo se decidirá cuando pruebe el circuito por la mañana. Lo más normal, 55x11.

Durante los entrenamientos, Contador ha demostrado que es capaz de mantener de forma constante una potencia equivalente a 360 vatios por hora. Como un Citröen 2 CV. Posición, cadencia y potencia han sido aspectos que Contador, como Valverde, han cuidado minuciosamente. A Valverde le ha guiado un biomecánico italiano; a Contador, Pepe Martí. Los dos se han pasado el año con la cabra en casa y los dos, mentalmente, están listos para afrontar el reto.

En el caso de Valverde, hace meses que sacaron la conclusión ergonómica de que, subido en la bici que utilizará hoy, mejoraba su rendimiento con una plantilla de dos milímetros en la zapatilla derecha. El bala usará una bici que pesa 7,5 kilos, 400 gramos menos que las utilizadas antes del Tour. De cuadro rígido, lenticular en la rueda trasera, 18 radios en la delantera, de perfil alto, Valverde moverá un plato grande de 55 o 54, dependiendo del viento, y 43 o 44 en el pequeño por 11 dientes en el piñón más exigente.

Contador saldrá de la rampa de la ciudad de Albi a las 16.06. Valverde le seguirá nueve minutos más tarde. Vinokúrov lo hará a las 15.24, Pereiro a las 15.42, Klöden a las cuatro en punto y Sastre entre él y Contador. Dicen que los 49.000 habitantes de la ciudad cátara llenarán la ruta. Serán los primeros en comprobar si el esfuerzo de todo un año les da resultado a Contador y a Valverde.