La (otra) canción del verano
Existe una tendencia general, comprobada estadísticamente pero todavía no suficientemente estudiada por los especialistas en conductas descarriadas, que, con la llegada de los primeros calores, nos aboca a los humanos de a pie a consumir música intrascendente (por no hablar directamente de música-basura). El verano es así y por esa razón hace ya tiempo que se estableció la guerra por la eufemísticamente denominada canción del verano.
Verve, la histórica rama jazzística de Universal, se apunta este año a la competición y lo hace con un desparrame de productos perfectamente adaptados a los bochornos estivales y que, con elegancia y calidad musical, pueden sustituir perfectamente a la canción del verano de turno de la que cualquier mente biempensante hará bien en huir. Jazzclub es el nombre de una amplia colección de CD de generoso minutaje y a un precio también muy veraniego que ronda los cinco euros en grandes almacenes. Podemos encontrar casi de todo (recopilaciones de los grandes del sello: de Louis Armstrong a Billie Holiday, recopilaciones temáticas para usar en diversos momentos del día: la hora del café, la cena...) pero, puestos a dejar volar la imaginación mirando un mar todavía azul a la sombra de un cocotero, algunas ediciones merecen una atención especial: The Greatest Jazz Hits, Jazz Swings Pop, Summer Jazz y, en un orden de cosas muy cercano, Jazz for Meditation. Un abanico de discos que pueden y deben colmar los apetitos caloríficos de cualquiera: la otra canción del verano.
Las notas archiconocidas de La Pantera Rosa abren el primer volumen, siguen incunables populares como Watermelon Man, Fever, Work Song, Killer Joe, Caravan, Mack The Knife o Take Five en versiones históricas e infecciosas (Sarah Vaughan, Dave Brubeck, Ella Fitgerald...). Igual sucede en Jazz Swings Pop cuando jazzmen de gran calado interpretan melodías pop: impagables, por ejemplo, el Knock on Wood de Willie Bobo o el California Dreaming de Wes Montgomery. Summer Jazz plantea un acercamiento más de cocotero: Astrud Gilberto, Paul Desmond, Chet Baker, Antonio Carlos Jobim
... Idóneo para escuchar mientras se sorbe algún brebaje refrescante (a ser posible con adorno de sombrillita de colores).
Por último, Jazz for Meditation se convierte en el disco idóneo para acabar la velada devolviendo la normalidad a un espíritu demasiado maltratado por las altas temperaturas. Un disco formidable con fusiones de Oriente-Occidente de categoría: Alice Coltrane, Ali Akbar Khan, Randy Weston, Tony Scott... Música cargada de sugerencias y sensaciones tranquilas y tranquilizadoras.
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