Las preguntas de Caparrós

Han pasado 35 años desde que en el banquillo del Athletic se sentara un técnico que no fuera de origen vasco ni extranjero. Pero la contratación de Salvador Artigas (Barcelona, 1913) fue de urgencia, a mitad de la temporada 1971-72. La llegada de Joaquín Caparrós a Bilbao tiene otros matices. Si bien la situación entonces y ahora era preocupante, las tareas del entrenador sevillano, que ha firmado por tres años, se orientan a largo plazo. Razón por la que Caparrós desea adaptarse cuanto antes a la ciudad y a la idiosincrasia de un club que ha definido como "especial". El Athletic comenzó ayer la pretemporada a la espera de realizar dos estancias en Covaleda (Soria) del 23 al 28 de julio y en Papendal (Holanda) del 1 al 12 de agosto.

Desde el club se destaca la implicación del técnico "desde el primer día", con constantes preguntas sobre el funcionamiento de la entidad. Su entorno asegura que la dedicación de Caparrós al Athletic está garantizada. "No va a tener problemas para aclimatarse. Piensa 24 horas al día en fútbol". De momento, el técnico, que reside en un céntrico hotel de la capital vizcaína, ya se ha acercado a la Ría del Nervión para disfrutar de una regata de traineras, una especialidad del remo con fuerte arraigo en todo el Cantábrico. Y ha pedido que le lleven a un frontón para asistir a un encuentro de pelota vasca.

Su idoneidad no se discute, ya que su adquisición era punto de consenso entre las candidaturas de Fernando García Macua y Juan Carlos Ercoreca, deseosos de huir del perfil de entrenador joven y desconocido. Finalmente, el triunfo electoral del primero le ha abierto las puertas de San Mamés, donde el nuevo presidente le ha otorgado plenos poderes para redefinir una plantilla que ha bordeado el camino de la Segunda las últimas temporadas. "Es un técnico de carácter, conocedor del fútbol de Primera División", resalta García Macua.

De momento, Caparrós ya ha confirmado su intención de orientar su esquema hacia la fábrica de Lezama. Gorka Eraña, un juvenil de 16 años, e Iker Muniain, un cadete de 14 años, trabajarán con el primer equipo. "Debemos ser los mejores en la formación de los jóvenes", dice Caparrós, que ha encontrado en un ex sevillista, Luis de la Fuente, una referencia a la hora de informarse sobre el estado del Athletic. De la Fuente participó como jugador en los últimos títulos conseguidos por el Athletic, el doblete de 1984, y fue entrenador del filial el año pasado. El Bilbao Athletic y el equipo juvenil viven periodos de estancamiento, pero la apuesta por el producto propio no se pone en duda. Aunque, eso sí, las dos primeras incorporaciones, Aitor Ocio e Iñaki Muñoz, están alrededor de la treintena. Algo más joven es Cuéllar, que cumplirá 28 años en noviembre, y que ha regresado al Athletic desde el Nàstic cinco años después de abandonar La Catedral.

Con la llegada de García Macua desaparece del club Sabino Padilla, jefe de los servicios médicos. El presidente desliga su salida del caso Gurpegui y habla de un "ciclo agotado". Otra de las incógnitas es saber qué ocurrirá con Julen Guerrero. Entrenador del equipo juvenil la temporada pasada y todavía empleado del club, Guerrero se comprometió con Ercoreca, la opción derrotada, a ser el director deportivo en caso de que éste venciese. Pero Macua no tiene prisa ahora. "Lo más urgente son las nuevas incorporaciones, y luego nos sentaremos a hablar".