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Reportaje:

Buen comprador, mal vendedor

A los clubes españoles les cuesta manejarse en un mercado europeo con acento inglés

Jordi Quixano

A principios de julio, el director deportivo del Barça, Txiki Begiristain, llegó a Roma con la intención de fichar a Chivu, un central por el que se interesaban también el Inter y el Madrid, y que finalmente podría continuar en el equipo de la capital italiana. Daniele Pradè, secretario técnico del Roma, preguntó entonces al representante azulgrana sobre Giuly. Una y otra operación, sin embargo, quedaron desligadas porque la entidad giallorossi no quiso incluir al francés en el pase del rumano, e imponía la venta de Chivu para después intentar la compra de Giuly. A diferencia de los clubes españoles, que generalmente utilizan los jugadores transferibles como moneda de cambio para abaratar los fichajes, la mayoría de los extranjeros prefieren separar las negociaciones. Ayer, finalmente, el Roma contrató a Giuly por 3,1 millones fijos más 1,2 variables en la que es la cuarta venta de un futbolista del Barça desde la llegada a la presidencia de Joan Laporta, en el año 2003, tras las salidas de Luis García al Liverpool (9 millones), Van Bommel al Bayern Múnich (6 millones) y Riquelme al Villarreal (7 millones).

Giuly, que jugará en el Roma, es sólo el cuarto traspaso del Barcelona en cuatro temporadas

"Nuestro objetivo no es conseguir un récord en ventas, sino de títulos", responde Begiristain cuando se le pregunta al respecto. "El Barça es un club que ficha a los jugadores en su mejor momento y no los vende hasta que considera oportuno". Una manera de proceder muy diferente de la de clubes como, por ejemplo, el Liverpool o también el Oporto.

El cuadro de Rafa Benítez se gastó unos 36 millones para incorporar a Fernando Torres, ex delantero del Atlético. A cambio, sin embargo, vendió a Cissè (Marsella, por 10 millones), Sinama-Pongolle (Recreativo, 4), Bellamy (West Ham, 12), Luis García (Atlético, 6,5) y Mark González (Betis, 4,5). El club inglés no sólo recuperó el dinero invertido sino que también se deshizo de Zenden (Marsella) y a varios jóvenes para traerse a Babel (Ajax) y Benayoun (West Ham). No es un caso único. Tomando a la Premier como referencia, sólo el Manchester, el Wigan, el Portsmouth, el Chelsea y el Birmingham han incorporado más jugadores de los que han vendido. Otro caso significativo es el Oporto. Desde que acabó la temporada 2004, el club portugués ha ingresado 197 millones con ventas como las de Carvalho (Chelsea, 30 millones), Deco (Barça, 18) Anderson (Manchester United, 32) o Pepe (Madrid, 30). "Los portugueses saben vender su producto de maravilla", defiende Ernesto Bronzetti, intermediario de muchos jugadores; "en Inglaterra tienen dinero para gastar". Y desde diferentes secretarías técnicas españolas se lamentan en la misma dirección: "Tienen ventaja porque el club inglés más pequeño cobra una millonada por los derechos de televisión". Ocurre, sin embargo, que venden más que compran, justamente lo contrario de lo que ocurre en el fútbol español.

El Barça, desde la temporada 2003-04, se ha desprendido de 40 jugadores y sólo ha ingresado 38,5 millones, cifra menor si se tiene en cuenta que durante el presente ejercicio ya se ha gastado casi 70 millones en las incorporaciones de Henry, Abidal, Touré Yaya y Milito. Después de conceder la carta de libertad a Gio y que Saviola fichara por el Madrid, aún le queda por colocar a Ezquerro, Maxi y Motta.

El Madrid, que sólo en Pepe se ha dejado 30 millones, ha ingresado 139,1 en el traspaso de 52 jugadores en los últimos cinco años: ha obtenido recientemente 6 millones por Diego López y 3 por Raúl Bravo mientras que recibió 7,5 por Ronaldo, 24 por Owen y Makelele, 17 por Samuel y 10 por Morientes y Geremi. El Valencia suma 45,8 millones por 54 futbolistas, relación encabezada por Aimar (10,2 millones) y, finalmente, el Sevilla contabiliza 83 millones por 39 jugadores, con Sergio Ramos (27), Baptista (24) y Reyes (24,5) a la cabeza.

El mercado estival augura todavía operaciones especialmente interesantes. El Barça, por si acaso, reiteró ayer que no piensa vender a Eto'o al Milan.

Giuly, durante un entrenamiento con el Barça.
Giuly, durante un entrenamiento con el Barça.EFE

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