"Lo importante no es la fecha, sino un congreso que decida autónomamente"
El que el socialista Jorge Alarte, de 33 años, cite a José Montilla -ex alcalde de Cornellà, primer secretario del PSC y presidente de la Generalitat catalana- dice mucho de sus metas. En política desde muy joven, ha contado a lo largo de su trayectoria con el aval del ciscarismo y del lermismo y acaba de revalidar su tercera mayoría absoluta en Alaquàs. Miembro del G-4, grupo de alcaldes del cinturón rojo de Valencia, este licenciado en Derecho se confiesa un apasionado del cine, e Italia y, concretamente Florencia, un sitio para perderse. Ahora alterna la lectura de La rebelión de las masas, de Ortega y Gasset, con El secreto de Sofonisba, de Lorenzo de Médici.
Pregunta. ¿Por qué su candidatura ahora, cuando, como dijo el secretario general, no se ha abierto el proceso?
"A veces, cuando veo en las encuestas la valoración sobre la acción del Gobierno en la Comunidad, me escandalizo, por injusta"
"En el partido de los socialistas valencianos somos todos iguales, pero no somos todos lo mismo"
Respuesta. Es un buen momento para reivindicar la necesidad de que el PSPV-PSOE tenga autonomía política, capacidad de definir un proyecto propio y salir de la incertidumbre. Tras las elecciones del 27-M se hace necesaria una fuerte renovación e impulso de futuro.
P. ¿Qué entiende por renovación?
R. Pues el cambio tranquilo que acuñó Zapatero en el congreso donde fue elegido. Un cambio generacional, contando con todo el mundo, sin que nadie sobre, un cambio de estrategias, también de personas y redefinir un proyecto creíble.
P. ¿Por qué no consiguió su partido un refrendo mayoritario en las urnas el 27-M?
R. Falta de credibilidad ante la sociedad, un mensaje no claro, con cambios erráticos en alguna posición y falta de autonomía y nitidez en el discurso.
P. Sea más explícito.
R. El PSPV debe definir un proyecto que se diferencie del de otras fuerzas políticas. No me siento más cerca de uno ni de otro, me siento del PSOE y de su proyecto. Zapatero está defendiendo un socialismo diferente, más moderno, de corte europeo, cuajado de más derechos para la ciudadanía. Con un talante distinto y un modelo de Estado donde la España plural y diversa es posible. Ese proyecto necesita una trasposición valenciana propia y autónoma que tal vez no hayamos conseguido. Cuando veo en las encuestas la valoración sobre la acción del Gobierno Zapatero en la Comunidad Valenciana me escandalizo, por injusta.
P. ¿Qué responsabilidad tienen la dirección del PSPV y su secretario general, Joan Ignasi Pla, en lo sucedido?
R. Cada etapa política requiere de una respuesta determinada, no vale la misma fórmula para siempre. La dirección política que diseñamos en el congreso de Alicante en 2000 [donde Pla fue elegido secretario general] era una buena fórmula y Pla, la persona para afrontar la crisis interna y lucha fratricida que se produjo tras la derrota electoral de 1995. Se sucedieron cinco direcciones diferentes, con tres gestoras en pocos años. Había que acabar con la descomposición interna y para resolver ese problema han estado bien los equipos actuales. Es una gran aportación de Pla que por justicia histórica el PSPV le debe reconocer con sinceridad, afecto y generosidad. Pero lo importante es que nuestro proyecto construya una comunidad diferente a la de la derecha. Sinceramente le digo que si en el congreso de 2000 me hubieran dicho, Jorge tienes que hacer de pacificador, pues posiblemente no haría yo esto muy bien. Las cosas de dentro no... Me siento más a gusto diseñando un proyecto e intentando llevar al PSPV a la Generalitat. Me veo más.
P. ¿En qué consiste el proyecto de centro-izquierda que defiende?
R. En articular un proyecto con el que se pueda identificar la mayoría de los valencianos. Un modelo de desarrollo económico que nos permita seguir garantizándole a la gente servicios y derechos y también reaccionar a cualquier eventualidad que afecte a la construcción o el turismo. No creo en moratorias generalizadas, pero necesitamos planes territoriales. La innovación...
P. ¿Es el PSPV contrario a los grandes eventos?
R. En absoluto. La Copa del América es un proyecto del presidente José Luis Rodríguez Zapater y esto debe quedar claro. Sólo le veo un elemento de incertidumbre a estructurar el desarrollo en torno a los grandes eventos y por eso el gobierno de la derecha debería moderar su euforia. Los socialistas tuvimos una experiencia histórica tras la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, que sirvieron para modernizar una parte de España. Pero después hubo una situación de vacío y en 1993 empezamos a perder las elecciones.
P. Cuando le preguntamos por los apoyos internos dijo que había agua suficiente en la piscina. ¿Cuáles?
R. Sería un mal comienzo que yo diera una relación de gente o que sacara cosas para que la gente se pronunciara.
P. Tal como están las cosas, ¿podrán ponerse de acuerdo?
R. En el PSPV somos todos iguales, pero no lo mismo. Cada uno tiene su trayectoria, sus perfiles y su manera de entender las cosas. Mi trayectoria como alcalde es mi único aval. De los otros compañeros en liza, por ejemplo, Jordi Sevilla, he de decir que tiene una formación intelectual bastante alta, es fundamentalmente un experto en economía y una persona a la que tengo consideración. Luego cada uno decide sobre sus compañeros de viaje.
P. Le facilitaría las cosas una atalaya política más visible que la alcaldía.
R. Ser alcalde de Alaquàs no es para mí una plataforma, sino un honor. Compatibilizaré mi trabajo para con la gente con el del partido. Y para que se haga una idea, creo que el presidente de la Generalitat catalana [José Montilla] es un excelente ejemplo de cómo hacer las cosas.
P. El congreso ¿extraordinario u ordinario?
R. Lo importante no es la fecha sino un congreso donde los socialistas decidamos autónomamente.
P. Ha hablado con mucha gente antes de tirarse a la piscina. ¿Algún consejo que le haya resultado especialmente valioso?
R. Sí, el de mi madre, que sea responsable y valiente.
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