"Para este camino no hacían falta alforjas"
"Para este camino [los escasos datos obtenidos] no hacían falta alforjas [el espionaje]", concluye el juez togado militar. Lo mismo cabe decir del auto con el que quiere archivar el caso del espionaje a civiles por la Comandancia de Ceuta. El juez no sólo dice que no hay delito, sino que ni siquiera aprecia falta disciplinaria.
Y ello a pesar de que el jefe de la Segunda Sección, el teniente coronel José María Albarracín, fue fulminantemente destituido e intentó suicidarse cortándose las venas y arrojándose por una ventana, y de que los seis guardias civiles a sus órdenes han sido relevados.
Sin embargo, en los 800 folios que el juez ha devuelto al Ejército, sin realizar ni un solo comentario sobre su contenido, figuran órdenes de información que, según el informe del asesor jurídico de la Comandancia General de Ceuta, son de "dudosa justificación" e incluyen datos que "pudieran incidir en el ámbito de la privacidad e intimidad" de las personas e incurrir en un "delito de extralimitación en el ejercicio del mando".
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