La brújula publicitaria

La proliferación de canales de comunicación en los últimos años -cadenas de televisión, la llegada de la televisión digital terrestre, las páginas web informativas...- ha traído consigo la fragmentación de las audiencias. Lograr una brújula con la que orientarse en este creciente océano resulta vital para los anunciantes. Y a eso es a lo que se dedica Ymedia, una agencia de medios que se dedica a asesorar para aumentar la efectividad de las inversiones publicitarias.

En España hay una demanda creciente en este mercado. Así lo revela las previsiones de crecimiento de Ymedia, que en su primer año de funcionamiento prevé facturar unos 70 millones de euros, y en 2010 esperan alcanzar una cifra entre los 200 y los 240 millones. Su presidente José María Casero afirma que su problema, si así se le puede llamar, es frenar. Si siguen creciendo a este ritmo podrían verse desbordados y no ofrecer la calidad que precisan.

La empresa tiene clientes en sectores diversos, para crecer en un futuro próximo se plantea entrar donde no tiene presencia

Ymedia todavía es un bebé empresarial, no llega a siete meses, y ya ha encontrado un buen padrino: la familia Del Pino. La semana pasada saltó a la luz pública que Polan, una compañía inversora de los propietarios de la constructora Ferrovial, había tomado a través de una ampliación de capital el 30% de Inteligencia Ymedia, la sociedad promotora de la agencia. "Hemos conseguido lo que buscábamos, la llegada de un nombre que dé credibilidad a nuestro proyecto. No sólo financiación, que también", afirma Casero, y apostilla, "en un mundo dominado por las multinacionales, venía muy bien un nombre".

El resto del capital queda repartido de la siguiente forma: un 67% entre los seis promotores del proyecto, y el 3% restante entre accionistas minoritarios, una de ellos una agencia británica dedicada a la misma actividad, Richard Thoburn Associates, especializada en el sector financiero.

A diferencia de su socio, Ymedia no se centra en ningún campo en concreto. Entre sus clientes figuran ING Direct, Sos Cuétara, Yacom, Ediciones SM, los relojes de Time Force o el Festival Internacional de Benicàssim, empresas pertenecientes a sectores que poco tienen en común. "Ya estamos en banca y alimentación", declara Casero, "ahora queremos entrar allí donde no estamos". Y mira hacia los automóviles para mantener la aceleración inicial.