Quintana sostiene que el acuerdo con el PSOE restará poder a las diputaciones

El líder del BNG, Anxo Quintana, analizó ayer el acuerdo alcanzado la víspera con el PSOE para gobernar en las diputaciones de A Coruña y Lugo como el principio del fin de las diputaciones. "Están obsoletas", argumentó, antes de anunciar que los organismos provinciales "cederán poder para configurar el nuevo poder territorial", como consecuencia del pacto. Menos tajante fue el conselleiro de Presidencia, el socialista, José Luis Méndez Romeu, que limitó las consecuencias del compromiso con el BNG a una "revisión de la situación administrativa".

El portavoz nacional del BNG y vicepresidente de la Xunta celebró que el acuerdo con el PSOE, que consideró "muy positivo", puesto que servirá para impulsar de una manera progresiva y desde las propias diputaciones "una nueva organización político-administrativa del país". Mediante el pacto, interpretó Anxo Quintana, las dos fuerzas políticas que gobiernan en la Xunta se comprometen a revisar un diseño, el provincial, que "no obedece a la realidad histórica y social" de Galicia.

Al igual que el acuerdo para el Gobierno gallego, en el alcanzado el pasado martes socialistas y nacionalistas expresan su voluntad de "impulsar una nueva organización administrativa del territorio gallego, basada en ayuntamientos, comarcas y áreas metropolitanas". PSOE y BNG también se comprometen a impulsar una Ley de Coordinación de las Diputaciones y a elaborar un plan único de obras y servicios.

Para Quintana, la aplicación del pacto supondrá que las diputaciones "tendrán que ir cediendo poder para configurar este nuevo modelo de poder territorial". El portavoz nacional del Bloque insistió en su discurso en que las diputaciones "no proporcionan ninguna solución de futuro" a los gallegos, por lo que consideró "muy importante" dar el paso acordado con sus socios de gobierno "ya hacerlo no sólo desde la oposición y la reclamación", sino desde aquellos ámbitos institucionales en los que socialistas y nacionalistas tienen "responsabilidades de gobierno".

Sobre la puesta en marcha de ese proyecto, el líder del Bloque manifestó su intención de que se ejecute "con la mayor brevedad posible, dentro de los pasos que un proyecto legislativo de esta magnitud e importancia tiene que tener". No se trata en todo caso de una medida urgente, admitió, por lo que se abogó por establecer cauces de diálogo y de consenso que permitan trascender "el ámbito temporal de una legislatura o de un gobierno". "Pero es un reto ineludible que nos comprometemos a poner en marcha", agregó.

Pacto de gobierno

José Luis Méndez Romeu se expresó con más cautela. Para empezar, el conselleiro de Presidencia recordó que la revisión de la situación administrativa, basada en ayuntamientos, comarcas y áreas metropolitanas, figura ya en el pacto de gobierno de la legislatura, firmado hace dos años. El nuevo acuerdo "ratifica" por lo tanto "la voluntad de los dos partidos que forman el Gobierno de Galicia".

El titular de Presidencia limitó las reformas a dos proyectos: el reglamento de las áreas metropolitanas y la Ley de Coordinación de las Diputaciones con la Xunta. Del primero, explicó en declaraciones a Radio Líder que las áreas metropolitanas comenzarán "sin duda" por la de Vigo. La ley de coordinación, mientras, es un proyecto que ya intentó poner en marcha en 1989 el tripartito de la Xunta liderado por el PSOE, antes de que el Gobierno de Manuel Fraga lo metiera en un cajón.

"Creo que es importante que en el momento actual que por primera vez ese objetivo es compartido prácticamente por todos los responsables implicados, a diferencia del pasado, y eso nos debe permitir que el futuro proyecto de ley tenga el máximo grado de consenso posible", declaró Méndez Romeu.

El portavoz parlamentario del PP, Xosé Manuel Barreiro, tiró de ironía para analizar el acuerdo para la Diputación de Lugo, por el que el BNG tendrá dos de sus tres vicepresidencias: "Es una pena que el Bloque, con tres diputados provinciales, no los tenga a todos como vicepresidentes. Es una falta de consideración y yo apoyaría que los tres fueran vicepresidentes". Barreiro aplazó hasta la constitución de este organismo su decisión sobre seguir en el Parlamento o ejercer de portavoz del PP en la diputación.