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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Asheraf Marwan, político y empresario egipcio

Yerno de Náser y mano derecha de Anuar el Sadat, fue acusado de espiar para Israel

Ángeles Espinosa

La muerte de Asheraf Marwan el pasado miércoles 27 de junio en Londres está rodeada de tanto misterio como su vida. Bajo la apariencia de suicidio, la policía británica investiga la posibilidad de un asesinato.

No en vano, este egipcio de 62 años, casado con una hija de Abdel Gamal Náser y mano derecha de Anuar el Sadat, estaba acusado de ser el agente doble que reveló a Israel el inicio de la guerra de Yom Kipur (1993), y varios diputados egipcios de oposición habían pedido hace dos semanas una investigación sobre sus actividades. Resulta improbable que el hombre al que el Mosad se refería como el yerno, se cayera sin más por el balcón de su apartamento de Mayfair.

Hijo de un oficial de la guardia presidencial de Náser, Marwan se unió al Ejército tras haberse licenciado en Ingeniería Química. A mediados de los años sesenta se casó con Muna, la tercera hija del carismático líder egipcio, lo que le acercó a su círculo íntimo. Recibió el título de embajador volante y se le encomendaron delicadas misiones diplomáticas por todo el mundo.

La prensa egipcia de finales de los sesenta le mencionaba como jefe del gabinete del presidente, e incluso como enlace entre éste y los servicios secretos. A la muerte de Náser en 1970, se convirtió en consejero político y de seguridad de su sucesor. Para entonces ya había dado un paso crucial para su vida y la de su país. Según fuentes periodísticas israelíes, en 1969, se presentó en la Embajada israelí en Londres para ofrecer sus servicios. Dada su notoriedad, la propuesta fue recibida con recelo, aunque tras la oportuna investigación fue aceptado por el Mosad. Se convirtió así en el principal activo de los servicios secretos israelíes en Egipto: la fuente que informó en octubre de 1973 que Sadat preparaba una guerra contra Israel, pero cuya advertencia fue ignorada.

El fallo en advertir el ataque costó el puesto al responsable de la inteligencia militar israelí, el general Eli Zeira, quien en 1993 aseguró en un libro que el Ejército fue pillado por sorpresa debido al engaño de un agente doble al que no identificó. Diez años más tarde, el historiador israelí Ahron Bregman reveló el secreto. En un extracto de su libro A History of Israel publicado en el diario Yedioth Ahronoth, describía al misterioso espía como "un familiar del presidente Náser al que los agentes del Mosad llamaban el yerno". La prensa egipcia enseguida dedujo que se trataba de Marwan y el propio Bregman lo confirmó en una entrevista con Al Ahram.

El acusado siempre lo negó. Bregman, por su parte, respalda la versión de Zeira de que se trató de un agente doble. Esa teoría parece refrendada por la actitud oficial egipcia. El Gobierno de El Cairo nunca ha comentado las acusaciones, y cuando la agencia estatal de noticias MENA informó de su muerte el pasado jueves, dijo que el presidente Sadat le otorgó las más altas distinciones por sus "logros" durante la guerra de 1973, sin más detalles.

Sin embargo, el jefe del Mosad en aquella fecha, Tzvi Zamir, que siempre defendió la lealtad del agente a Israel, acusó al general Zeira en 2004 de haber revelado su nombre a los periodistas para cubrir sus propios errores. El general presentó una querella por calumnias contra Zamir que se resolvió el pasado mayo cuando un tribunal confirmó que Zeira había revelado la identidad de Marwan. El fallo reavivó el asunto en la prensa egipcia, lo que llevó a varios diputados de la oposición a pedir que se investigara el caso.

Marwan se retiró de la política en 1982 y se trasladó a Londres, donde amasó una fortuna en los negocios. Pero sus vínculos financieros con gente tan variopinta como el líder libio Muammar el Gaddafi, el traficante de armas saudí Adnan Kashogui o el hombre de negocios egipcio Mohamed al Fayed resultan tan oscuros como su papel en los acontecimientos de 1973.

Tras su boda, Asheraf Marwan, junto a su esposa, saluda al presidente egipcio Abdel Gamal Náser (izquierda).
Tras su boda, Asheraf Marwan, junto a su esposa, saluda al presidente egipcio Abdel Gamal Náser (izquierda).AP

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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