Los peritos creen imposible el disparo accidental contra Susana Vega

"Desde el punto de vista científico es insostenible que (el revólver) se disparara por error". Así de contundente fue ayer el jefe del laboratorio de balística de la policía sevillana, quien prestó declaración en el juicio por la muerte de Susana V, la joven de 20 años que murió en 2005 de un tiro en la frente efectuado por su compañero, Enrique Ramírez, de 22 años, en la barriada sevillana de Los Pajaritos.

A nadie se le escapa un tiro cuando se necesita, siendo generoso con el acusado, un kilo de presión para disparar el arma, señalaron los peritos. Y añadieron que la explicación del acusado de que se le disparó el gatillo al rozarlo mientras trataba de quitarle las huellas es imposible. Por la trayectoria de la bala, por el ángulo de impacto y por la posición que ocupaban los peritos descartaron la hipótesis de la defensa de que Enrique Ramírez mató a Susana sin querer.El fiscal elevó a defenitiva su petición de 27 años y tres meses de prisión por asesinato, tenencia ilícita de armas y maltrato habitual. Dejó a criterio del tribunal aplicarle la atenuante de arrepentimiento espontáneo.