Tony Thompson, cantante
Alcanzó la fama con 'I like the way'
Todo fue muy rápido en la vida de Thompson. El triunfo internacional le llegó en el verano de 1991, cuando sólo contaba 16 años. Un manager de Oklahoma, Robert Ford, le descubrió en el coro de una iglesia local y concibió la idea de una nueva banda de adolescentes negros, a la manera de los Jackson Five en los años setenta o de New Edition una década más tarde.
El ascenso fue tan fulgurante como la posterior caída en desgracia, pero I like the way, con el falsete de Thompson en pleno apogeo, se aupó a lo más alto de las listas estadounidenses y también funcionó en las británicas.
Combinaban el soul con rhythm and blues y unas gotitas de hip-hop, aunque probablemente nunca alcanzaron el nivel de sus maestros Boyz II Men, la formación más lucrativa en la historia de la música negra.
La separación del quinteto llegó en 1994, pese a que otro de los reyes del género, R. Kelly, había escrito para ellos canciones como Quality time. Ya veinteañero, Thompson quiso explotar su desparpajo y atractivo físico con un primer disco en solitario, Sexsational (1995), en el que dispuso de autores y productores como Babyface o Puffy Combs. Pero la fortuna ya le era esquiva y sólo I wanna love like that gozó de cierta relevancia.
Prematuro juguete roto, Tony regresó a Hi-Five con nuevos compañeros de viaje y el año pasado consiguió poner en la calle un nuevo disco, inevitablemente titulado The return. Pero ya nada era como solía. Una sobredosis de droga puso fin a su vida en Waco, su ciudad natal, el pasado 1 de junio. Le faltaban tres meses justos para celebrar su cumpleaños número 32.
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