Aclamado por 35.000 personas

Henry, vestido ya con el uniforme del Barça, cogió el micrófono en el césped y no pudo reprimir la risa. Fue ante unos 35.000 aficionados, 10.000 más de los que acudieron al estreno de Ronaldinho, que no cesaban de corear su nombre mientras las imágenes de sus goles aparecían en las pantallas.

En inglés y francés, Henry, en el multitudinario acto, dijo que le sorprendió el recibimiento. "Con tanta gente, se nota que éste es más que un club", dijo el delantero, de 29 años, con la lección inesperadamente bien aprendida.

Henry explicó la enorme ilusión que siente al fichar por el Barça: "Practica un juego que adoro. Espero encontrar aquí lo que veía desde el exterior. Un fútbol que me encanta ver, un estadio precioso, una ciudad bonita. Y muchas otras cosas que he ido confirmando. Es un club bien estructurado, con gente que trabaja con pasión y muchas veces sin remuneración. Eso me ha impresionado mucho". Contestó a una de las cuestiones que planean ahora: el excedente de galácticos: "Es una cuestión del técnico. No tengo ningún problema con las rotaciones. También he estado en el banquillo con Francia". Parece difícil ver de suplente a quien llevará el 14, un número fetiche asociado a Cruyff.

Henry se ha perdido medio curso en el Arsenal por la rotura del músculo adductor izquierdo y las pruebas reflejaron, según el doctor Ricard Pruna, que sufre "un desequilibrio de los grupos musculares de la zona del pubis". Los médicos pactaron con él un plan de preparación con el fin de "reequilibrarlos".

Y hoy, el turno de presentación del medio centro también francés Touré.