Carlota se divierte
Como cualquier estudiante de primero de bachillerato, Carlota Ziganda ha estado de exámenes finales esta semana. Lengua, inglés, economía, historia y filosofía en tan sólo cuatro días. Pero el fin de semana anterior, en vez de salir a tomar unos chatos con sus amigos por Pamplona, la navarra, 17 años recién cumplidos, ganó el British Ladies de golf para aficionadas, uno de los torneos más prestigiosos. Agarrada a un palo de golf desde los cinco años, campeona de España por primera vez a los 11, Ziganda ha logrado por el momento el perfecto equilibrio entre su vida de estudiante y de gran promesa del golf. Y lo ha conseguido sin moverse de casa, entre los robles del valle navarro de Ulzama, en el club del mismo nombre, donde empezó a dar bolas siguiendo los pasos de su padre y donde sigue a las órdenes de Rogelio Etxebarria.
"Uno de sus fuertes es la distancia", dice Figueras-Dotti de la estudiante de primero de bachillerato
Carlota es una joven "muy tranquila y buena estudiante", según su padre, Jesús. Y "muy arropada" por una familia que lleva el deporte en la sangre. Su padre juega al golf y a la pelota vasca y su tío es Cuco Ziganda, el entrenador de Osasuna, equipo del que se declara aficionada y al que va a ver al Reyno de Navarra siempre que puede.
Pero, además de ese carácter sereno, perfecto para un deporte en el que la precisión es vital, Ziganda tiene otras armas. "En competición se transforma", asegura su padre. Y la propia golfista reconoce que es tremendamente competitiva: "No me gusta perder a ningún juego".
"Uno de sus fuertes es la distancia. Le pega fortísimo a la bola", resume su juego Marta Figueras-Dotti, la entrenadora del equipo español, a cuyas concentraciones acude de forma regular Carlota desde hace varios años. A lo mejor esa fortaleza no sólo tiene que ver con su complexión física -es una chica fuerte-, sino también con el hecho de haberse entrenado siempre con hombres, apunta su padre. Pero su juego no se basa sólo en la fuerza bruta. "Su mejor arma es la actitud que tiene en el campo. No he visto a nadie que se divierta tanto jugando. ¡Ni siquiera yo!", se asombra Figueras-Dotti.
Con esa alegría y sin aspiración alguna llegó Ziganda al campo de Alwoodley, siguiendo los pasos de Belén Mozo, que ganó el British en 2006. "Veía imposible ganar, aunque ya tenía experiencia porque participé el año pasado", recuerda la jugadora. Y, sorpresa, el putt, el golpe que, según la seleccionadora, es "el punto débil" de esta niña prodigio del golf, el que más debe trabajar para que su juego siga avanzando, le salió a la perfección.
Su saber estar en el campo también resultó fundamental en un torneo en el que las jugadoras, 144 de 16 países, se enfrentan de dos en dos hasta que sólo queda una. Ziganda se deshizo en último lugar de la sueca Anna Nordqvist
El British Ladies es sólo el último título de una golfista que "empezó a destacar desde muy jovencita", en palabras de Figueras-Dotti, y que es la actual campeona de España. En los últimos años ha formado parte del equipo europeo de la Copa Ryder Júnior (2004 y 2006), la Copa de la Reina (2005 y 2006), y el europeo sub-16 (2005). También fue la única española en el Open Británico de 2005 y una de las tres únicas aficionadas invitadas al Open de España femenino de este año.
Aunque aún le queda un año para tomar la decisión, es probable que Carlota siga los pasos que han tomado la mayoría de las promesas españolas del golf. Estudiar en una universidad de Estados Unidos con una beca. Es lo que hicieron Pablo Martín Benavides y Belén Mozo.
"Acabará en Estados Unidos", admite su padre. Y ella misma reconoce que es "una buena oportunidad para compaginar el golf y los estudios". "Creo que también iré", reconoce. Ofertas ya tiene. La última, procedente de la Universidad del Sur de California, en la que ya está Belén Mozo. "No paro de recibir correos electrónicos de universidades norteamericanas pidiéndome que traslade su interés a Carlota", asegura la seleccionadora, que fue una de las primeras en dar el salto americano: "Ir a Estados Unidos me dio la vida", recuerda; "cómo no voy a recomendarlo. Además, en España no hay la opción de seguir entrenándose al máximo nivel y obtener un título universitario".
Más lejana está la posibilidad de convertirse en profesional, de vivir del deporte que la hace feliz, como acaba de hacer Pablo Martín Benavides. "De momento, no me lo planteo", dice Carlota; "para mí, ahora, estudiar es lo primero". A pesar de la afirmación, en los exámenes se conforma con aprobar. En el campo de golf, sin embargo, quiere ganar. Y, sobre todo, seguir divirtiéndose.
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