El clímax del fuego

El fuego y el agua se aliaron anoche para despedir las Fogueres en Alicante. Tras un día caluroso, en el que los termómetros llegaron a alcanzar los 29 grados centígrados, según el Centro Meteorológico, la caída del sol animó a vecinos y a turistas a disfrutar de las últimas horas de la fiesta del fuego. Una despedida multitudinaria, ya que Alicante se ha convertido durante todo el fin de semana en un hervidero, con decenas de miles de personas recorriendo sus calles y disfrutando de sus actos.

A las doce de la noche, como marca la tradición, una monumental palmera disparada desde el castillo de Santa Bárbara, en la cima del monte Benacantil, sirvió de pistoletazo de salida para la crema de los 176 monumentos, entre adultos e infantiles, que este año se han levantado en distintos puntos de la ciudad de Alicante. Los honores los hizo la foguera oficial de la plaza del Ayuntamiento, obra del artista Paco Juan, y las demás siguieron su estela. En unos minutos el fuego devoró las propuestas más ambiciosas y las más modestas. Incluso las que no aguantaron en pie, como ocurrió con la foguera de Florida-Portazgo, que el sábado se derrumbó por el efecto del intenso viento de la zona en la que estaba plantada. Un fin de fiesta que se acompañó en muchos puntos de la banyà, con la que los bomberos alivian a petición el calor del público.

Decenas de miles de personas han participado este fin de semana en la fiesta

Los bomberos adquieren un papel protagonista en el último acto de las fiestas más internacionales de la ciudad de Alicante, ya que además de aliviar el calor que desprenden los monumentos en llamas, anoche realizaron un esfuerzo para evitar incidentes y garantizar la seguridad de público y vecinos en las zonas en las que arden las hogueras. Este año, más de 200 efectivos del Parque de Bomberos se encargaron de garantizar un buen fin de fiesta. A ellos se unió un mando y ocho efectivos procedentes, por primer vez, de Valencia y tres más de la población de Ontinyent, también en la provincia de Valencia, además de dos vehículos del Consorcio de Bomberos de Alicante. El dispositivo de seguridad previsto por el Ayuntamiento de la ciudad se completó con 240 agentes de la Policía Local y con efectivos del Cuerpo Nacional de Policía que, junto a la colaboración de 105 voluntarios de Protección Civil, velaron anoche por prolongar la fiesta hasta altas horas de la madrugada.

La crema supuso el clímax de una fiesta que, en cualquier caso, continúa hasta este viernes y que se cerrará oficialmente con la Nit del Foc, un espectáculo de correfocs que se organizó por primera vez el año pasado y que se quiere convertir en tradición.