Un aeropuerto en Navalcarnero
Aeromar afronta hoy un desafío aún más ambicioso: un nuevo aeropuerto para Madrid. Torrejón de Ardoz, el aeródromo desde donde operan, se ha quedado pequeño.
El estudio en el que están trabajando prevé instalarlo en los límites entre Madrid y Toledo, cerca de Navalcarnero. La iniciativa tiene un presupuesto de unos 323 millones de euros y prevé la creación de una pista con una longitud de 2.700 metros, unas instalaciones de 30.000 metros cuadrados y una zona de maniobras (que evita problemas medioambientales o de ruidos) de 600 hectáreas. Las principales partidas del presupuesto son la compra (o expropiación) de los terrenos, unos 180 millones; la pista, rodadura y plataforma de estacionamiento de aviones (62 millones) y el diseño del aeropuerto y la dirección de obra (18 millones).
Aeromar ha previsto un aeródromo que asumiría todo el tráfico que ahora mismo se soporta en Cuatro Vientos (ha llegado a ser por el constante flujo de avionetas el tercero con más tráfico de España) y abriría un nuevo segmento de mercado: todas aquellas líneas de bajo coste a quienes volar a Barajas les resulta imposible por lo elevado de sus tasas.
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