Metrovacesa partida por dos
Los accionistas sancionan el jueves la escisión de la mayor inmobiliaria de España y de la eurozona
Mientras menudean los consejos de venta a los pequeños inversores de Metrovacesa, su presidente, Joaquín Rivero, y su mayor accionista, la familia Sanahuja, recuentan a sus fieles y terminan de perfilar sus proyectos para el día después de su traumática separación. El próximo jueves, tras la preceptiva sanción de la junta general de accionistas de la española (su filial francesa hizo tres cuartos de lo mismo el martes pasado), se iniciará formalmente la tramitación del complejo divorcio societario y la partición en dos de la primera inmobiliaria de España.
El "rey de las OPA", como se conoce a Rivero en el sector, tiene ya perfilado su nuevo grupo inversor e inmobiliario
Los accionistas de Metrovacesa sancionarán con toda probabilidad el jueves el acuerdo de divorcio y reparto del patrimonio suscrito a final de febrero por el presidente de la compañía, Joaquín Rivero, y el socio Juan Bautista Soler, por un lado, y sus mayores accionistas, la familia catalana Sanahuja, por otra. Tras la luz verde de la CNMV al acuerdo, la junta de accionistas pondrá en marcha el complicado y largo proceso (siete u ocho meses y varias OPA) de escisión. Una operación que se iniciará con una oferta de compra de Metrovacesa sobre sus acciones.
La OPA se dirigirá a 64,53 millones de títulos, que representan un 60,39% del capital (la parte que no controlan los Sanahuja), y su contraprestación consistirá en acciones de su filial francesa Gecina (la matriz posee el 68,7% de la misma), a razón de 0,585 títulos por cada acción de Metrovacesa. El valor asignado a Metrovacesa en la OPA acordada a finales de febrero fue de 75,67 euros por acción (esta semana ha cotizado ligeramente por encima de los 80 euros) y a la filial de 129,36 euros por acción (en los últimos dias ha oscilado entre 125 y 135 euros).
Gecina es la parte de la sociedad que tras la escisión quedará en manos de Rivero y Soler, que controlan el 36,2% de Metrovacesa. Por ello, ambos ya han dicho que acudirán a la oferta. En cuanto al resto de socios, los accionistas de Metrovacesa que quieran formar parte de la nueva empresa de Rivero deberán aceptar la OPA, y los que quieran quedarse con los Sanahuja en la nueva Metrovacesa, integrada por el grueso de los activos de la inmobiliaria en España, deberán rechazarla.
Otros socios de Metrovacesa son la familia Lara, que tiene un 5,1% y ha desempeñado un papel clave en la solución cuasi salomónica al litigio de casi un año entre la familia catalana y Rivero, y la Caja Castilla-La Mancha (2,1%). El 16,45% restante se negocia libremente en el parqué.
Los analistas, en general, advierten que Metrovacesa sin Gecina, que es uno de los mayores grupos europeos en actividad patrimonial de alquileres y que aportó casi el 70% de su beneficio en 2006, volverá a ser muy dependiente del negocio de la promoción y del mercado español, al menos durante un tiempo. Agregan, además, que su refundación va a coincidir con un momento de fuerte desaceleración de la promoción inmobiliaria en España. Los Sanahuja, conscientes de la situación, han adquirido en fecha reciente la sede londinense del Banco HSBC, que seguirá como inquilino en esas oficinas, por 1.600 millones, y anuncian planes para hacerse con más oficinas en Europa.
Mayor crecimiento
Analistas de Ahorro Corporación, sin embargo, en recientes informes sobre Metrovacesa, que en próximas semanas va a ser excluida del Ibex 35, señalan que el divorcio resta visibilidad a sus planes estratégicos, y que hasta que no se conozcan los gestores de la nueva Metrovacesa, el mercado apostará, en su opinión, "por un mayor crecimiento (sobre todo vía compras) en los activos franceses controlados por Rivero y Soler".
Metrovacesa, una vez culminada la OPA que abre el proceso de divorcio, reducirá capital mediante la amortización de los títulos que hayan acudido a la misma. Resultado indirecto de estas operaciones es un incremento relativo del porcentaje de capital en manos de los Sanahuja. La familia ha adelantado que si al final superan el 50% lanzarán otra OPA sobre el 100% de la inmobiliaria a un precio de 90 euros, de los que descuentan 4,29 por la puesta en circulación de unos cinco millones de acciones liberadas y otros 2,5 euros por el dividendo previsto por el resultado de 2006.
Rivero y Soler, por su parte, crearán, en paralelo al proceso de liquidación de la OPA de Metrovacesa, una compañía, bautizada inicialmente "Newco Española", con activos (véase información adjunta) de la citada inmobiliaria por valor de unos 270 millones. Los accionistas de Metrovacesa que hayan acudido a su OPA podrán adquirir títulos de "Newco" en la proporción a la participación con que se hubiesen sumado a la oferta.
Las cartas de Rivero
Coincidiendo con estas operaciones, Ribero y Soler crearán una filial de Gecina con activos propios por valor de 1.800 millones en inmuebles de oficinas que les servirá para lanzar una OPA sobre la inmobiliaria francesa. Una vez creada esta filial, la matriz Gecina, al igual que Metrovacesa, reducirá su capital por medio de una oferta pública de recompra de acciones cuya contraprestación serán títulos de la filial. Los dos socios no acudirán a esta OPA, pero sí lo hará obligada por el pacto de divorcio la familia Sanahuja (en esta operación se quedarán con activos por valor de unos 1.600 millones).
Fuentes próximas a Rivero señalan que no se verán obligados tras estas operaciones a lanzar una nueva OPA sobre Gecina, al contrario que los Sanahuja con Metrovacesa, porque no van a superar el 50% del capital. "Tenemos cola de accionistas de Metrovacesa que desean cambiar de barco y sumarse a la nueva aventura de Rivero", agregan. El "rey de las OPA", como se le conoce en el sector, tiene ya listo el organigrama de su nuevo entramado empresarial (véase información adjunta), pero no tiene claro si podrá rescatar para el mismo la marca Bami.
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