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Columna
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El funcionario que funciona

Lo dijo Miquel Nadal, ex secretario de Exteriores, en una cena de despedida que tuvo lugar en el Círculo Ecuestre hace un par de semanas: Ion de la Riva es "un funcionario que funciona". Poco antes, el empresario Francesc Guardans, organizador del homenaje, le había definido como un funcionario que "hace mucho más que cumplir".

La propia cena, en efecto, era la concreción palpable de la eficiencia a la hora de buscar consensos. A la izquierda del homenajeado se sentaba el presidente Pasqual Maragall y a la derecha, el presidente Jordi Pujol. Enfrente, Josep Piqué, ministro de exteriores cuando se creó, en 2001, Casa Asia, que dos años más tarde inauguraba su sede en el palacete del Baró de Quadras de la Diagonal. Convocar a tanto notable de signo político tan diferente está sólo a la altura de un buen diplomático, que es lo que es Ion de la Riva, próximo embajador español en India. En su parlamento, Josep Piqué no tuvo empacho en calificar el acto como la encarnación "de la España plural de verdad" y a partir de ahí se metió en honduras geoestratégicas: en 2050, dijo, la fábrica estará en China, Europa será un gran parque temático e India, que por esa fecha habrá ya superado a China en número de habitantes, acogerá los despachos. Interesante visión planetaria.

Y fue la vez de Jordi Pujol. Agradeciendo con paternal ironía la "repasada del mundo" del ex ministro, hizo una parodia graciosísima de todas las medallas que los allí reunidos podían ponerse respecto de Casa Asia para desembocar en una fulminante metáfora: "Nosotros pusimos la mesa, pero él fue el cocinero" (Oriol Pujol aplaudía a su padre y comentaba con los vecinos de mesa: "¡Pujol está en forma!").

En un impecable catalán fruto de su no menos impecable formación diplomática, De la Riva agradeció los elogios y tan sólo se atrevió a reconocer que "algunas veces las cosas salen bien". Salió bien esa cena en el Ecuestre. A la salida muchos coincidían en que, tal como está el patio, un acto de agradecimiento y consenso como ése era muy caro de ver en la vieja España cejijunta.

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