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El PSOE evita aliarse con nacionalistas en el Parlamento de Navarra y las Juntas de Álava

El rompecabezas vasco-navarro sigue descompuesto. Los socialistas apenas dejaron pistas del incierto mapa político abierto tras el 27-M. En la constitución del Parlamento de Navarra y de las Juntas Generales (Parlamento provincial) de Álava, el PSOE evitó ayer la alianza con los nacionalistas y votaron junto a UPN y PP para controlar los principales puestos de ambas instituciones.

El PSOE asegura que sigue abierta la negociación con NaBai, pero ésta le acusa de estar "cautivo" del constitucionalismo
La socialista Elena Torres presidirá el Parlamento navarro, y el popular Juan Antonio Zárate, la Asamblea alavesa
UPN y PSOE se reparten los cargos principales en la Cámara foral y dejan sin opción a los candidatos de NaBai

El PNV mostró su enfado. El portavoz de la dirección peneuvista, Íñigo Urkullu, aseguró ayer que el PSE que lidera Patxi López ha demostrado seguir "muy cautivo" de la estrategia común constitucionalista marcada en su día por Nicolás Redondo Terreros y por el líder popular Jaime Mayor Oreja, informa Aitor Guenaga.

El malestar de los nacionalistas con los socialistas en Euskadi se puede trasladar también a Navarra. Tras las votaciones de ayer, la presidenta del Parlamento navarro será socialista, Elena Torres, de 37 años (con los votos de UPN), y el presidente de las Juntas Generales de Álava será del PP, Juan Antonio Zárate (con los votos del PSE-EE).

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Los socialistas se apresuraron a aclarar que lo ocurrido ayer no implica una renuncia a gobernar con los nacionalistas en Navarra y en Álava, pero los nacionalistas ya no les creen y dan por hecho que el cambio en Navarra "cada vez se aleja más" y en Álava es prácticamente inviable.

Elena Torres (PSN-PSOE) recibió 36 votos en una Cámara navarra de 50 escaños, los correspondientes a su partido (12), a UPN (22), la franquicia del PP en esa comunidad, y a CDN (2). La decisión del PSN de presentar un candidato propio frustró la expectativa de Nafarroa Bai de presidir el Parlamento foral y generó un evidente malestar en el seno de la coalición nacionalista, que mantiene conversaciones para lograr un Gobierno alternativo al centroderecha en la Comunidad foral.

Elena Torres, diplomada en enfermería y miembro de la Ejecutiva regional del PSN, conoció que iba a ser candidata a presidir la Cámara legislativa apenas unos minutos antes de iniciarse la sesión.

El pasado martes, el candidato de NaBai a la presidencia, Koldo Amezketa, dirigente de EA, hizo público un documento comprometiéndose a respetar escrupulosamente los usos y costumbres de la Cámara. NaBai fue la segunda fuerza más votada en Navarra en las pasadas elecciones, empatando a escaños, 12, con el PSN-PSOE. Como el PSN no se comprometió a apoyarle, NaBai dio otro paso e hizo público el acuerdo de dar la presidencia del Parlamento al PSN a cambio de que éste difundiese un documento en el que expresase su deseo de alcanzar un pacto de gobierno con NaBai. Tampoco esta opción prosperó. Ayer, poco antes de constituirse la Cámara, el PSN se reunió con NaBai y le comunicó que presentaba candidata propia.

En esa tesitura, los nacionalistas mantuvieron la candidatura de Amezketa, que sólo recibió el apoyo de la propia coalición.

Para devolver el favor a UPN, el PSN-PSOE tampoco votó la candidatura de Amezketa a la vicepresidencia primera. Los socialistas apoyaron al candidato de UPN. Amezketa se tuvo que contentar con la vicepresidencia segunda, apoyado por su grupo e IUN-NEB.El líder de Na-Bai, Patxi Zabaleta, avisó a los socialistas: "Invitamos seriamente al PSN a reflexionar sobre su conducta. La sociedad navarra votó por un cambio de Gobierno y el resultado de estas votaciones es contradictorio con esa demanda. El PSN ha votado a quienes montaron la manifestación contra ellos en Pamplona el 17 de marzo y está cayendo una y otra vez en las trampas que le tiende UPN, inmerso en una cadena de degradación y mercadeo institucional".

El candidato socialista a la presidencia de Navarra, Fernando Puras, restó trascendencia a las votaciones parlamentarias y dijo que no deben tener incidencia en el desarrollo de las negociaciones con NaBai. "Si no podemos presidir el Parlamento foral, menos aún podremos tener consejeros en un Gobierno de coalición. Entonces, ¿a qué juega el PSN-PSOE?", se preguntaba un dirigente de Na-Bai ante un corrillo de periodistas.

Quien sí acogió con satisfacción el resultado fue el presidente del Gobierno navarro en funciones, Miguel Sanz (UPN), que calificó de "paso importante" el acercamiento con el PSN "para hacer las cosas bien en un Gobierno conjunto emanado de la voluntad de los ciudadanos". Sanz repitió que la presidencia de ese nuevo Ejecutivo es "irrenunciable" para UPN y abogó por un Gobierno con el PSN-PSOE.

En Álava, los acontecimientos fueron muy parecidos, pero con victoria del PP. Su candidato, Juan Antonio Zárate, fue elegido ayer presidente del Parlamento provincial de Álava, las Juntas Generales, gracias a un acuerdo "de última hora" entre PP y PSE. La apuesta del PNV (14 escaños) por ir a la votación de ayer de la Mesa con sus socios del tripartito -EA (2), EB (2)- dejaba fuera de esta al PSE, a pesar de ser la segunda fuerza, con 14 escaños. El PP fue la plancha más votada con 15 procuradores. El pacto entre PSE y PP, dos formaciones que ayer recuperaron en sus discursos el término "constitucionalista" para definir la nueva alianza, desató una marea de interpretaciones.

El PNV cree que ese acuerdo "evidencia" que PP y PSOE han pactado ya en Madrid repartirse Navarra para UPN y la Diputación Foral de Álava para el PSE. Los peneuvistas, en medio de un enfado monumental, atribuyeron la alianza "constitucionalista" a una "nueva injerencia" de la política nacional en el País Vasco. "Con esa elección está claro que el PP ya no piensa en la Diputación Foral de Álava", aseguran fuentes del PNV.

El portavoz del PSE, Juan Carlos Prieto, cerró el pleno con una frase que deja abierta todas las opciones: "Este acuerdo del constitucionalismo refuerza mi candidatura para diputado general". Pero el candidato del PP Javier de Andrés, puso distancias y explicó que se trata de un pacto "parcial sólo para la Mesa", y fruto de la postura del PNV de reeditar el tripartito y dejar fuera del principal órgano de la institución al PSE.

Las elecciones del 27 de mayo complicaron el panorama en la provincia. En el Ayuntamiento de Vitoria ganó el PSE y Patxi Lazcoz ya es alcalde pero no dispone de mayoría suficiente para gobernar. En las elecciones forales para la Diputación ganó el PP al PSE por 165 votos y ambos se disputan el puesto de diputado general. Los socialistas habían apostado inicialmente por llegar a un acuerdo con el PNV en el Ayuntamiento y en la Diputación para facilitar el cambio y desalojar a los populares, que llevan ocho años gobernando. Sin embargo, el PNV alavés, alineado en el sector crítico de Joseba Egibar, favorable a las tesis más soberanistas, rechaza esa opción y apuesta por el tripartito.

En la próxima designación del diputado general, el tripartito dispone de una exigua mayoría. De no lograr un acuerdo entre el PSE y el PP, el PNV ganará con el apoyo de EA y EB a pesar de ser la tercera fuerza. El 20 de julio es la fecha tope para resolver un enigma que se inclina hacía el renovado pacto constitucionalista en Álava.

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