"Se decidió en la primera curva"

Cuando el McLaren de Lewis Hamilton cruzó la línea de meta del circuito Speedway de Indianápolis, una sonora carcajada radiofónica inauguró el turno de festejos. "Lo hemos conseguido otra vez. Gracias chicos, habéis hecho un trabajo fantástico. Os quiero", piropeó el piloto británico a sus ingenieros. Unos metros más allá, en plena recta, Alonso situó su McLaren en paralelo al suyo y le hizo un gesto de difícil interpretación. El español se tomó menos tiempo que su compañero en realizar la vuelta de honor y, nada más llegar al parque cerrado, se fue a pesar. Cuando llegó Hamilton, Alonso ya no estaba. Tras despojarse del casco y el protector de cuello, el líder del campeonato se encontró con el asturiano. El abrazo entre ambos fue frío, protocolario. Por más que minutos después aparecieron abrazados a la ceremonia del podio, el gesto de Alonso parecía esconder algo de rabia, frustración incluso. Una sensación que él mismo confirmó. "Creo que iba más rápido que los demás, y por eso me queda un sabor agridulce", reconoció el campeón, muy claro al identificar los momentos clave de la carrera. "Se ha decidido en la primea curva; estaba claro que quién pasase primero tenía muchas posibilidades de ganar.

Mi salida ha sido buena. Los dos frenamos en el mismo punto. Las salidas son siempre arriesgadas, pero si luchas con tu compañero de equipo tratas de adelantarle sin arriesgar que la carrera se acabe para los dos", puntualizó. "He estado muy cerca de adelantarle. En la primera curva y también a media carrera", consideró Alonso en referencia a la maniobra de adelantamiento que intentó en la vuelta 38 cuando consiguió igualar su monoplaza al de su compañero, que le cerró todos los huecos y le impidió el paso. Cuando Alonso explicaba esta situación de carrera, Hamilton pidió la palabra. "Hice lo que tenía que hacer, simplemente defendí mi posición", explicó el piloto inglés, de 22 años, que se llevó el triunfo en un circuito en el que nunca antes había rodado. "Es un sueño: llegar a un circuito nuevo, salir con este ritmo, ver cómo el equipo ha trabajado tan fuerte en Woking, en casa, para crear este coche y desarrollarlo. Ha sido un trabajo perfecto", celebró el piloto, que tuvo a Alonso pegado a él durante la mayor parte de la carrera. "Fernando me ha presionado mucho todo el tiempo, sobre todo durante la segunda parte de la carrera. Luego he tenido que tirar para mantener y ampliar la ventaja porque me alcanzaba en las rectas. Las últimas vueltas me han parecido muy largas pero he sido capaz de aguantar. Es fántástico", cerró Hamilton.

Si Alonso presionó a Hamilton, Kimi Raikkonen hizo lo mismo con Felipe Massa, su compañero de equipo en Ferrari, durante las últimas vueltas. Al igual que el español, los ataques del finlandés fueron también infructuosos. "Kimi tenía mejor agarre que yo en la parte final de la carrera", explicó Massa que, a diferencia de su vecino de taller, arrancó bién. "He hecho una buena salida, él no. He conseguido una distancia importante pero se ha ido acercando y yo no quería cometer errores. Los McLaren comenzaron a rodar más rápido y no he podido hacer nada más que verlos marchar hacia delante", se lamentó el corredor brasileño, tercero en la clasificación general del campeonato.