Adiós, Victoria; adiós, David

"Victoria se va para convertirse en una estrella de Hollywood y David a jugar sólo por dinero". Así ven algunos directivos del Real Madrid la decisión de los Beckham de dejar España para emprender otra vida en Estados Unidos.

Todo indica que en el fichaje de David por Los Ángeles Galaxy ha pesado la insistencia de su mujer, deseosa de ser vecina de los Cruise, de Jennifer López y Marc Anthony, de irse de compras con Cameron Díaz y de convertirse en una estrella más. También ha contado la opinión de papá Adams. El suegro de Beckham es quien lleva la economía de la pareja y está convencido de que allí el negocio prosperará.

La spice pija está dispuesta a seguir los consejos de su padre y rentabilizar todos sus movimientos, tanto que ha aceptado una oferta de la NBC para protagonizar un reality. Así, el 16 de julio se emitirá un especial de una hora con todos los secretos de la pareja. A partir de ese programa, el espectáculo irá en aumento.

Y mientras Victoria se lanza a la carrera norteamericana, David vive sus últimas horas como madridista a la espera de ganar el título de Liga. Sus compañeros de equipo aseguran que tras esa imagen de metrosexual "sigue estando el chico humilde que jugaba a la pelota en la calle". Pero ahora hasta él mismo se ríe de sus excesos. "Seis entrenadores, cinco presidentes y cuatro casas. Éste es el balance de mi paso por el Madrid".

En las tiendas de la Milla de Oro de Madrid echarán de menos a los Beckham, que se convirtieron en los mejores clientes de las marcas de lujo. También se acordarán de ellos en los restaurantes a los que llegaban llenos de niños, tatas y guardaespaldas, y en los que Victoria apenas probaba bocado, siempre preocupada por su línea, y protestaba por el olor a ajo.

Los Beckham se instalarán ahora en una mansión valorada en 17 millones de euros, con piscina exterior, seis dormitorios y nueve cuartos de baño.